“En mi casa, toda la vida hemos cocinado en el suelo y con leña, por lo que nos vemos en la necesidad de tumbar árboles para así tener buena provisión en los fogones”, afirmó Martha Cecilia Paredes, ama de casa de la vereda Bajo Mirador, en Yaguará (Huila).
Junto con otras 1.000 familias de 32 municipios, ella dio el salto a las hornillas ecoeficientes para reemplazar los tradicionales fogones, que, además de contaminar el medioambiente y causar daños en la salud, pueden ocasionar accidentes con quemaduras en las personas.
El nuevo sistema es una sensación en los hogares rurales del Huila, donde se construye en ladrillo y herrajes, con un horno, cuatro fogones, caldero y chimenea. “Mi nueva cocina, además de ventilación y espacio para almacenar cenizas, tiene compartimiento de leña”, dijo Paredes, y destacó que “calienta rapidito los alimentos”.
Aminta Cedeño, otra madre de familia, se sorprendió porque las ollas no se tiznan. Según ella, “el humo que me he tragado de la antigua cocina me tiene enferma, con tos permanente”, y relató cómo “años atrás, tuvimos un accidente en la vereda, con un niño que se quemó al caer en un caldero de los antiguos”.
Carlos Alberto Cuéllar Medina, director de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) –entidad que, junto a Ecopetrol, ejecuta este proyecto con una inversión de 1.500 millones de pesos–, aseguró que las hornillas reducen a la mitad e consumo de leña y, por ende, la tala de bosques.
También, que mejora la vida de los habitantes y reduce hasta en 94 por ciento el volumen de partículas contaminantes que se emiten a la atmósfera.
“El beneficio es tan grande que, por cada hornilla ecoeficiente, se reducen cerca de 1.800 toneladas de dióxido de carbono al año, lo que representa, para este caso, 1’800.000 toneladas de ese material contaminante dejadas de emitir”, señaló Cuéllar, y agregó que el tubo para chimenea de más de tres metros protege el sistema respiratorio de quienes cocinan.
“Se trata de un proyecto valioso que impacta de manera positiva en las familias, mejorando su calidad de vida”, afirmó Carmen Adriana Hennessey, líder de gestión social de Ecopetrol en Huila.
A fin de conservar los recursos naturales, sembraron 1.000 huertos abastecedores de leña con 340 plántulas por familia, para un total de 340.000 árboles de eucalipto, urapán, acacia, ocobo, cedro, roble e iguá. Estos tienen doble función al consumir el CO2 que emiten las estufas y generar la leña que utilizan, poniéndole punto final a la tala.
El programa también capacitó a las familias beneficiarias en cuidado del medioambiente, consecuencias en la salud del uso de la leña y manejo o mantenimiento de las hornillas.
NEIVA