El cada vez más caudaloso torrente informativo diario ha llevado a que casi todos los días en él se cuelen noticias de aquellas que otrora estarían reservadas para hoy, día de los Santos Inocentes.
Dándoles la razón a los teóricos de la posverdad, que anuncian el progresivo e irreversible debilitamiento del límite entre realidad y ficción, muchas de estas informaciones fueron tomadas por la audiencia como un chiste, a veces de mal gusto, no obstante su sustento real.
Y es que ‘Vicepresidente propina coscorrón y paraguazo a escolta que se interpuso en su camino’ bien podría ser un titular producto de la imaginación de algún medio dedicado a la sátira. Como también es el caso de ‘Alcalde de Bogotá asegura que pronto bogotanos esquivarán venados en lugar de huecos’, ‘Maluma se compara con Jesucristo’, ‘Senador Ernesto Macías asegura que Juan Carlos Vélez entregó polémicas declaraciones estando alicorado’ o la más reciente: ‘A militar que perdió dos dedos le exigen actualizar huella digital para pagar multa’.
El chiste cruel es que las cinco son reales. Y pertenecen al cada vez más cotizado género úrsido que se abre camino con pasos de animal grande en el terreno de las declaraciones de los famosos, desde artistas hasta políticos, pasando por youtubers.
El auge de las redes sociales, Twitter en particular, ha logrado que muchas figuras públicas lleven a los micrófonos intervenciones que serían un tuit con muchos retuits, pero que en otro contexto a duras penas alcanzan a calificar como metida de pata. Esto le ocurrió, y más de una vez, al exalcalde de Bogotá Gustavo Petro por no hacer una pausa, respirar y revisar la fecha de las fotografías que acompañan sus frecuentes publicaciones. Así mismo, al presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, cuando afirmó: “Busquen en Google ‘terrícolas secuestrados por alienígenas el año pasado’, de seguro va a haber 20.000; ahora busquen ‘acuíferos secados por la industria petrolera’, y no van a encontrar”. En esta misma línea se ubican las constantes alusiones de Enrique Peñalosa a la reserva Thomas van der Hammen como ‘unos potreros’.
Pero no solo en el plano virtual se consolida el género en cuestión. De lo anterior puede dar fe el ya mencionado exsenador Juan Carlos Vélez, quien, cual tuitero desenfrenado, dio aquellas declaraciones con su versión del secreto del triunfo del ‘No’ en el plebiscito del 2 de octubre que hoy tendrían que, obligatoriamente, encabezar cualquier antología que se hiciera de los grandes ‘osos’ de la década y, por qué no, del siglo.
Sucedió también este año un ‘oso’ integral, como se podría llamar al que protagonizó la senadora Paloma Valencia, el cual involucró, de nuevo, un trino suyo sobre las andanzas de un cuadrúpedo de esta misma especie en el Cauca. Por omitir un signo de puntuación, muchos entendieron que la parlamentaria le estaba exigiendo al animalito indemnizar a los propietarios de las vacas que habían hecho parte de su dieta en las últimas semanas. Y ahí fue Troya.
Este año, pues, nos dejó claro que un tuit inoportuno tiene mayor poder que muchos otros arsenales. Por si quedan dudas, esta semana Pakistán e Israel se mostraron sus dientes nucleares a causa de una noticia falsa. Eso no es chistoso.
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