Entre los múltiples desafíos que enfrentan las ciudades colombianas hoy, el de garantizar la seguridad de sus habitantes constituye, sin duda, el más apremiante de todos. Y no solo por el auge de los centros urbanos en las últimas décadas, sino por fenómenos de más reciente data que hoy amenazan la tranquilidad ciudadana: fleteo, extorsión, hurto de celulares, microtráfico y pandillismo, entre otros.
De ahí que todo esfuerzo que hagan las autoridades locales para combatir tales flagelos merecen el respaldo de sus gentes y del Gobierno Nacional, particularmente en un escenario de posconflicto.
Y así parece haberse entendido. Al menos eso es lo que se desprende de la estrategia implementada por el Ministerio del Interior, junto con la Policía y los alcaldes de las principales capitales del país, al dotar de cámaras de vigilancia los lugares de mayor concentración y zonas donde la delincuencia suele hacer de las suyas.
‘Vive seguro, vive en paz’, como se denomina esta nueva forma de lucha contra organizaciones criminales, está basada en una apuesta por el uso de tecnología de punta que permite, a través de cámaras y sofisticados centros de control y monitoreo, ubicados en los comandos de policía, disuadir el accionar de los delincuentes.
Ya hay más de 6.600 de estas ayudas instaladas en 19 capitales. La meta es llegar a 32 para un cubrimiento total. En el año que está por comenzar, el Mininterior espera dar prioridad a Bogotá y Bucaramanga, ciudades que requieren con urgencia la ayuda de esta especie de ‘gran hermano’ de la calle.
La clave del éxito en este proceso ha estado en el liderazgo del Ejecutivo, pero también en que los alcaldes involucrados han contribuido al éxito del proceso, pues son ellos quienes deben garantizar el mantenimiento y buen funcionamiento de los equipos.
Ahora es crucial que las autoridades policiales midan el resultado de la estrategia. Solo así se podrá confirmar que esta está generando el impacto que se desea. Por el momento, lo cierto es que las cámaras sí brindan una mayor sensación de tranquilidad entre la gente.
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