La reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela ha despertado una preocupación entre las autoridades de la capital nortesantandereana. En las últimas semanas, cerca de 35 familias venezolanas en situación migratoria irregular fueron identificadas mientras algunos de sus integrantes empleaban a menores de edad, ofrecían servicios sexuales sin cumplir ningún parámetros de salubridad y vendían diversos productos en puestos informales.
Esta reiterada violación a la norma se ha evidenciado en los operativos que el Departamento de Bienestar Social y la Secretaría de Gobierno municipal, en compañía de la Policía y otros órganos de control, han desplegado en principales avenidas, en diversos puntos de la zona céntrica, en inmediaciones de la Central de Transportes de Cúcuta y en asentamientos irregulares de la periferia de la capital notesantandereana.
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“Teniendo en cuenta la situación antes del cierre es posible que llegue a un número superior de personas a la ciudad, como ha ocurrido en diferentes regiones del país. Estas personas por la situación que atraviesan en su país, llegan acá y deben buscar la manera de cómo sobrevivir. Eso va a generar un problema social a Cúcuta y a muchas regiones del país”, manifestó Telésforo Blanco, director de Bienestar Social.
A estos venezolanos se suman 75 miembros de la comunidad Lgbti (Lesbianas, gais, bisexuales, trangéneros e intersexuales) que tienen la misma procedencia y que ofrecían servicios sexuales a lo largo de la calle 10, de la ciudad, mientras fueron requeridos por las autoridades. Entre estas personas, de acuerdo con los hallazgos de la inspección, habían menores de edad involucrados en esta actividad que se ejerce por fuera la ley.
El otro temor del Departamento de Bienestar Social aflora en la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran estos venezolanos y que podría ser caldo de cultivo para la comisión de delitos por parte de estructuras criminales. De hecho, el lunes de la semana pasada, la Policía Metropolitana de Cúcuta capturó a 18 personas, integrantes del clan del Golfo, entre los que se encontraron seis ciudadanos naturales del vecino país, y que se encargan de la comercialización de la droga.
“Es lamentable, pero es cierto que grupos criminales se estén aprovechando de estos venezolanos. Resulta que en el año 2016 se han capturado, por diferentes delitos, 242 ciudadanos de Venezuela en el área metropolitana de Cúcuta (…) Esto es una problemática a la que le estamos prestando mucha atención, con la Policía y el Ejército, y todas las entidades respectivas para que esto no se nos aumente”, manifestó el secretario de Seguridad Ciudadana, Mauricio Franco.
Según Migración Colombia, desde que se ordenó recientemente la reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela, que había sido cerrada nuevamente por el gobierno de Nicolás Maduro como medida para frenar el flujo de billetes de cien bolívares, se han registrado 85.122 ingresos por los tres pasos fronterizos que posee Norte de Santander.
CÚCUTA