La evacuación de las personas que quedan en los barrios asediados de la ciudad siria de Alepo (norte) se retomó este miércoles tras horas de retraso por discrepancias entre las partes, lo que también obstaculizó la salida de personas de los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya.
El médico Ahmad Dbis, quien lidera un grupo de voluntarios y facultativos que coordina las evacuaciones de Alepo, explicó por teléfono que la operación se interrumpió.
“No conocemos el motivo exacto del retraso, ha sido por razones políticas y militares de la oposición siria y del lado ruso, iraní y del régimen”, indicó Dbis, director de seguridad de la ONG Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y de Socorro (UOSSM, en francés).
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos explicó que la demora se debió a una disputa entre el grupo chií libanés Hezbolá e Irán, aliados del gobierno de Damasco, sobre los mecanismos y prioridades del acuerdo alcanzado el sábado entre Ankara –que respalda a los rebeldes–, Moscú y Teherán, sin ofrecer detalles.
Dicho pacto estipula la salida de 2.500 personas de Fua y Kefraya, a cambio de la reanudación de la evacuación en Alepo, que fue suspendida en medio de acusaciones cruzadas entre las partes.
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Por su parte, la agencia de noticias oficial siria, Sana, aseguró que el retraso en la salida de la última tanda de “terroristas y sus familias” del este de Alepo se debió a discrepancias entre los grupos armados de esa zona, lo que también ocasionó una demora en la evacuación de enfermos, heridos, mujeres y menores de Fua y Kefraya.
Tanto el Observatorio como medios estatales informaron de la reanudación del proceso a primera hora de la tarde.
“Estamos sin comida, ni agua ni calefacción; hace mucho frío, estamos a 3 grados bajo cero y ha nevado”, alertó el miércoles el activista opositor Mohamed Yaser.
Más de 25.000 personas ya fueron evacuadas de Alepo desde el 15 de diciembre, pero todavía quedan varios miles por salir.
El fin de la evacuación le permitirá al gobierno sirio sellar la victoria militar más importante desde el 2011, cuando comenzó esta devastadora guerra que causó la muerte de 320.000 personas, así como el desplazamiento de la mitad de la población.
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AFP Y REUTERS