La palabra ‘rodillo’, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, en una de sus acepciones, alude a “una institución cuyas decisiones se adoptan mediante votos, uso resolutivo de la mayoría de la que se dispone, sin atender a las razones de la minoría”.
Es lo que ocurre en el Congreso. Se han hecho cuatro votaciones –dos en Senado, dos en Cámara–, con resultados aplastantes a favor de la llamada ‘coalición por la paz’, conformada por los partidos políticos que respaldan los acuerdos firmados con las Farc.
Primero fue para la refrendación y, en la noche del lunes, para darle luz verde a la ley de amnistía.
Se trata de un escenario que nadie vislumbraba tras la derrota en el plebiscito del 2 de octubre. Esa noche los triunfadores del ‘No’, que en el Legislativo están representados por el Centro Democrático (CD), se mostraban exultantes.
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El presidente Juan Manuel Santos, por el contrario, sufría su mayor descalabro en seis años de gobierno. Santos reaccionó con rapidez. Convocó a todos los sectores, envió a su equipo negociador a La Habana y firmó un nuevo texto con la insurgencia.
La paz entonces llegó al escenario del Congreso, donde Santos ha vuelto a sonreír. La primera prueba de fuego era la refrendación. El resultado fue de 205 votos a favor y cero en contra (75 en Senado y 130 en la Cámara). Un hito en las decisiones del Legislativo.
El lunes el resultado fue, proporcionalmente, similar: en la Comisión Primera de Senado, la votación del proyecto fue de 15 a 0 y en Cámara, de 30 a 0.
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Para Patricia Muñoz, profesora de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad Javeriana, estos resultados son “buenos”, porque “muestran el apoyo del Congreso a la reconciliación”. Pero, eso sí, advierte que le “inquieta” que temas tan “trascendentales no se decanten de manera suficiente”.
Basta mirar, por ejemplo, que la amnistía, una ley compleja de 60 artículos, en cinco horas de sesiones salió adelante. Todo un récord.
El ministro Juan Fernando Cristo dijo que es cierto que se ha actuado con celeridad, pero con responsabilidad, porque “la ley de amnistía es un paso fundamental para garantizar la desmovilización y el desarme de las Farc y así garantizar el fin del conflicto armado con este grupo”.
En todas las sesiones, la estrategia asumida por el CD es la de retirarse a la hora de la votación.
El presidente Santos, por su parte, muestra su satisfacción: “Quiero agradecerle al Congreso de la República la votación, las comisiones primeras aprobaron en forma rápida y contundente la amnistía”, dijo.
PROCESO DE PAZ