Cinco páramos ubicados en Boyacá fueron delimitados por parte del Ministerio de Ambiente.
A través de una serie de resoluciones, esta cartera anunció la fijación de nuevos límites para estos ecosistemas, responsables de la provisión de agua, por medio de acueductos, distritos de riego, hidroeléctricas y otro tipo de actividades productivas, a cerca de dos millones de ciudadanos en tres departamentos.
Con esta medida, que fue ordenada por la Corte Constitucional al Gobierno después del Fenómeno de La Niña (2010-2012), se busca preservar estos ecosistemas y mitigar las actividades de explotación de sus recursos naturales.
Así las cosas, los páramos que entraron a lista de nuevas áreas protegidas son Rabanal, el cual cuenta con una extensión de 24.650,064 hectáreas y abarca parte de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá. Este provee del vital líquido a 13 municipios.
Asimismo, el Páramo de Guerrero, situado entre Boyacá y Cundinamarca, que tiene un área de 43.228 hectáreas y alberga importantes cuerpos de agua como la Laguna de Fúquene y Laguna Verde.
En el paquete de complejos demarcados también se encuentra el ecosistema Altiplano Cundiboyacense con un área de 5.798,53 hectáreas, el cual beneficiará aproximadamente a 399.793 habitantes de municipios como Ventaquemada. Este páramo posee casi el 17 por ciento de las especies de anfibios de alta montaña y páramo registradas en Colombia y alimenta el Distrito de Riego del Alto Chicamocha, que irriga 9.433 hectáreas.