Tras pasar la mitad de su vida en las calles, perdido en las drogas y alejado de su familia, Carlos Mario Hernández, logró reintegrarse por completo a la sociedad, lleva ya tres años sin consumir sustancias psicoactivas, trabaja y, lo más importante para él, vive con su madre, sus hermanos y su hija adolescente.
Hoy, Carlos Mario trabaja como manipulador de alimentos en la Cocina de Luis, luego de haberse desempeñado en otras labores como jardinero y fabricador de bolsas plásticas, escobas, trapeadores y artesanías. La segunda oportunidad llegó a su vida en un momento crucial: estaba ciego y sin dentadura, luego de sufrir un accidente por manipular cables sin protección y bajo el efecto de las drogas.
“Eso como que me sacudió, entonces decidí ingresar al sistema de atención a habitantes de calle, me hicieron acompañamiento del área de salud, me operaron los ojos, me ayudaron para recuperar los dientes y para ingresar al mundo laboral”, expresó.
Él hace parte de los 110 exhabitantes de calle que participaron en un acto simbólico el pasado jueves para celebrar su vinculación laboral como cosechadores, carpinteros, operarios, jardineros y formadores de habitantes de calle, en distintas empresas como Planeta Brújula, La Cocina de Luis, Pastoral Social, Salvaterra, Agroindustria La Hondura, Mercados Campesinos y Empresas Varias.
Según Luis Bernardo Vélez, secretario de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, de los casi 3.000 habitantes de calle que hay en la ciudad, alrededor de 1.500 pertenecen a alguno de los programas para su atención. De ellos, “400 están trabajando en empresas vinculadas, han podido superar la situación de habitante de calle y muchos han recuperado la familia”, añadió el funcionario. Asimismo, para lograr el éxito en dicha reintegración social, familiar y laboral, la alcaldía tiene previsto invertir 125.000 millones de pesos en el cuatrienio.
Emvarias, del Grupo EPM, ha sido la entidad en la que más se han vinculado personas que hacen parte del sistema de atención al habitante de calle Somos Gente. En lo que va corrido de 2016, 72 usuarios han sido contratados como operarios de barrido.
Apoyo familiar es clave
El proceso para dejar las calles no es sencillo, pues depende en gran medida de superar la adicción a las sustancias psicoactivas y acostumbrarse de nuevo a rutinas como dormir en una vivienda y cumplir horarios laborales. Por ello, Carlos Mario considera que lo más importante es seguir los procesos formativos.
“A mí me siguen prestando atención psicosocial y espiritual. Una de las cosas que he aprendido es que todos los espejos que veo en la calle me sirven para fortalcerme, yo paso todos los días por zonas de alto riesgo, pero eso me ayuda más”, indicó.
Para el Secretario, es vital el apoyo de las familias en la recuperación de un habitante de calle, así como de la sociedad en general y los empresarios. “Es posible recuperarse,ellos no eran personas desechables, quieren una oportunidad y han recuperado su proyecto de vida”, manifestó
Y fue gracias al apoyo de su familia y de las personas que lo rodean, que Carlos Mario logró salir adelante. “La persona que quiera cambiar tiene que tener fuerza de voluntad. En la Cocina voy para un año, los dueños y el equipo me apoyan, nunca me he sentido menospreciado”, puntualizó, orgulloso de tantos logros que ha tenido.
MEDELLÍN