Unos 5.000 sirios, visiblemente afectados, pudieron abandonar este lunes el sector rebelde sitiado de Alepo, una evacuación que se vio coronada por una poco común votación unánime en la ONU que aceptó el despliegue de observadores para supervisar la operación en la segunda ciudad de Siria.
Asimismo, como consecuencia de esta decisión, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, informó de una reanudación de las conversaciones intersirias.
“La intención de las Naciones Unidas es convocar a estas negociaciones en Ginebra el 8 de febrero”, dijo un portavoz del enviado especial.
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Los miles de sirios evacuados este lunes fueron trasladados fuera de la excapital económica siria hacia la localidad de Khan al Assal, bajo control rebelde, en el norte del país, indicó Ingy Sedky, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Al mismo tiempo, unas 500 personas en una decena de buses abandonaron las ciudades chiíes de Fua y Kafraya, sitiadas por los rebeldes, en la vecina provincia de Idlib (noroeste de Siria), indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El acuerdo alcanzado entre los beligerantes para evacuar las tres ciudades preveía que las operaciones se desarrollaran de forma sincronizada.
Entre los habitantes que escaparon de Alepo se encontraba la niña Bana al Abed, de siete años, conocida por sus tuits sobre el infierno diario en la ciudad sitiada.
El domingo, 20 buses que esperaban el momento de entrar en esas dos localidades fueron atacados e incendiados por hombres armados de un grupo yihadista desconocido. El incidente había provocado la suspensión de las operaciones en las tres ciudades.
“Alepo será limpiada esta noche”, afirmó el embajador sirio en la ONU, Bashar Jaafari.
AFP