En una novena de aguinaldo, este 20 de diciembre, en la que participará el presidente Juan Manuel Santos, se iniciará, con la entrega de las escrituras públicas, la ejecución del protocolo de traslado de familias a las primeras 100 casas del nuevo casco urbano de Gramalote, en Norte de Santander.
Y es que Gramalote, población que renace en inmediaciones de la vereda Miraflores, es una realidad de paredes blancas, tejas rojas y calles empinadas que evocan las que se tragó la tierra el 17 de diciembre de 2010.
Aunque el pueblo no está terminado, pues las obras continuarán durante el 2017, comenzará a poblarse con estos primeros habitantes quienes llegaran a mediados de febrero a darle sus primeros soplos de vida.
“Primero, darle gracias a Dios por darnos una segunda oportunidad, porque estamos renaciendo de las cenizas. Nunca perdimos la esperanza y la fe de ver en pie el pueblo (…) Es una alegría ver que estén adjudicando las casas, son un tesoro que no teníamos. Aguardamos que, así como salimos todos, regresemos todos a Gramalote”, dijo Elba Marina Santander, habitante del desaparecido municipio.
![]() La tragedia ocurrió el 17 de diciembre de 2010. Archivo particular |
Si bien la construcción del nuevo casco urbano, a cargo del Fondo de Adaptación Nacional ha sufrido tropiezos que hicieron lento el inicio de las obras, entre ellos la escogencia del terreno en los que se invirtieron tres años, el proyecto ya registra avances en un 65 por ciento que incluyen un núcleo central del municipio ya construido, lo que facilita pensar en el inicio del traslado de las familias.
Según informó Iván Mustafá, director de la entidad, en su totalidad el plan de reasentamiento, para el que el Gobierno ha destinado hasta el momento 412.602 millones de pesos, contempla 1.007 viviendas distribuidas en 16 barrios. A la fecha, 190 unidades habitacionales ya están terminadas, y otras 210 se encuentran en construcción.
De ese total ya se han asignado 285, como producto de un trabajo participativo orientado por el Fondo con la comunidad que ha permitido que entre las mismas familias se pongan de acuerdo sobre la ubicación de sus nuevos hogares.
En la actualidad siete frentes de obra, con más de 1.500 obreros se encuentran en el terreno trabajando en la construcción de las vías de acceso, los sistemas de acueducto y alcantarillado; las viviendas y el urbanismo.
El pasado 14 de noviembre inició la construcción del hospital San Vicente de Paul y días después, el 1 de diciembre, la edificación del Colegio Sagrado Corazón.
"La construcción de las obras se realiza de manera gradual y se tiene previsto que la infraestructura se continúe construyendo durante 2017", dijo el director del Fondo de Adaptación.
![]() Aunque las obras continúan, la comunidad ya empezará a apropiarse de los espacios. Archivo particular |
El turismo: un potencial para la reactivación económica
Por otra parte, en medio del retorno progresivo de los habitantes, el alcalde Tarcisio Celis, se ha mostrado preocupado por los retos que deparan en materia de reactivación económica de la población.
Frente a ello se prevé que el turismo será un fuerte potencial de la economía del nuevo Gramalote. La novedad de un pueblo construido desde cero. El primer municipio de Colombia del siglo XXI.
El pasado mes de octubre la población fue incluida por Findeter en el proyecto de Ciudades Emblemáticas, un programa dirigido a las localidades que tengan importancia estratégica para el país o ubicadas en zonas de vulnerabilidad y con indicadores de necesidades básicas insatisfechas, por encima de la media nacional.
“Esa es la mayor preocupación, pero es algo que ya venimos abordando, incluso, con el mismo Fondo de Adaptación y se ha pedido el apoyo de Findeter (…) El municipio va a vivir del turismo, pero, qué es lo que le vamos a mostrar a los visitantes y qué es lo que vamos a hacer para que se amañen y regresen”, dijo el alcalde Tarcisio Celis, quien añadió que se está trabajando en el esquema de ordenamiento territorial para adaptar al municipio al funcionamiento de posadas campestres.
El mandatario agregó que se quiere que la reactivación económica sea sostenible, y para ello, también es fundamental el desarrollo del campo, que requiere de inversión en sus vías y en tecnología para las labores agrícolas de producción de café, caña y el cacao.
José Resurrección Estupiñan, un habitante de la vereda el Zumbador, en zona rural, indicó que el sector campesino también se vio afectado durante la ola invernal 2010 en la que se produjo la destrucción del casco urbano.
“Nosotros también vamos a tener un mejoramiento económico, porque el nuevo Gramalote va a ser visitado por muchos turistas y el campesino, si lo sabemos aprovechar, vamos a tener un ingreso con nuestros productos”, manifestó Estupiñan, quien agregó que la Secretaría de Desarrollo Económico de Norte de Santander viene brindando capacitación para la tecnificación de sus labores.
Entre tanto, según el Fondo de Adaptación, desde 2013 esa entidad empezó a trabajar en la reactivación económica del municipio renovando los cafetales de 470 familias productoras de café, fomentando igualmente cosechas de cafés especiales, con lo cual el valor agregado para el productor se incrementa notablemente.
CAROLINA RINCÓN RAMÍREZ
Corresponsal de EL TIEMPO
CÚCUTA