Son dos las razonas del gobierno de Enrique Peñalosa para derogar la decisión de la administración de Gustavo Petro de declarar de utilidad pública 1.168,76 hectáreas de la Reserva Forestal Regional Productora del Norte de Bogotá Thomas van der Hammen, con la que se buscaba adelantar los trámites de enajenación voluntaria o expropiación de los terrenos.
(También: Sobrevuelo por la Van der Hammen, el escenario de una 'guerra fría')
El principal argumento es que la competencia para esa declaratoria no era de la Secretaría de Ambiente, entidad que hizo la declaratoria mediante resolución 00835 de junio del 2015, sino de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), que es la que tiene por ley la autoridad ambiental sobre los predios rurales de Bogotá.
De hecho fue esa entidad la que delimitó y declaró la reserva en el 2011 y la que expidió el plan de manejo de la misma en el 2014.
El Distrito recordó que la Secretaría de Ambiente tiene autoridad sobre los predios urbanos y no sobre los rurales y que la facultad para ordenar la utilidad pública no está dentro de sus competencias.
(Además: Se puede combinar lo ecológico con el desarrollo del norte de Bogotá)
Derogar la resolución 00835 implica suspender la orden que había impartido el Gobierno anterior de hacer los trámites para adquirir voluntariamente o mediante expropiación los predios de la reserva para cumplir los acuerdos de la CAR que ordenan restaurar esa zona, ubicada en el norte.
La nueva resolución dice que una cosa es determinar y otra declarar. Determinar implica señalar o indicar si existen motivos de utilidad pública o interés social, que sí sería competencia de la Secretaría de Ambiente, y declarar es materializar en un acto administrativo la decisión. En este caso, según el argumento de Bogotá, la competencia es de la CAR.
La segunda razón para derogar es que la declaratoria de interés público nunca se hizo efectiva porque el Gobierno anterior no cumplió con el requisito que establece la ley de registrar la afectación en los folios de matrícula inmobiliaria de los predios respectivos. Y según la ley, “la falta de inscripción en el folio de matrícula del predio de la afectación por obra pública es inexistente”.
(Le puede interesar: Defensores de la Van der Hammen ven futuro pulmón verde en la reserva)
La Reserva Thomas van der Hammen es un área de 1.400 hectáreas del norte de Bogotá que está declarada como Reserva Forestal Regional Productora, en la que no se pueden adelantar proyectos viales ni de vivienda, y sobre la que pesa una decisión vigente de la CAR de restaurarla para convertirla en un pulmón verde. La CAR anunció que la derogatoria de la Alcaldía no afecta la actual condición de la reserva ni implica que se puedan hacer en ella actuaciones distintas a las ya existentes.
El alcalde Enrique Peñalosa quiere modificar su trazado para permitir un desarrollo urbanístico que incluye la construcción de vías que destraben la movilidad de la ciudad.
BOGOTÁ