Se mueve de una manera increíble la industria gastronómica en Colombia.
En ciudades como Bogotá, prácticamente no hay semana en la que no se abra un nuevo restaurante. Se importan conceptos al mismo tiempo que se explora desde ángulos novedosos la tradición criolla.
Aquí va la primera entrega de un listado con lo mejor que probé en este año que está por terminar, y que quizás les sirva como recomendación para estos días de diciembre, en los cuales se permiten ciertos excesos.
– La sobrebarriga de Tábula, que llega a la mesa con abundante hogao… probablemente la mejor salsa del mundo.
– Los tacos de atún de La Taquería.
– Las alcachofas con vinagreta y alioli de Alimentación General: una receta clásica que es muy difícil encontrar en los restaurantes bogotanos.
– El coctel Citric Lovers, de la nueva carta de bebidas de Upper Side, un gin tonic que lleva cubos de hielo de cava rosé: ¡es espectacular!
– Los espaguetis con mejillones de Casa, picanticos, deliciosos.
– El maki acevichado de Watakushi, que compite seriamente con el Tango Samurái de ese mismo restaurante… imperdibles para los amantes del sushi.
– El atún apanado en coco con salsa de corozo de La Regatta, en la isla de San Andrés: uno de los restaurantes más románticos y encantadores de Colombia.
– Las lorenzas de bondiola ahumada de Chidas.
– El sándwich de brownie de Michelle, la nueva heladería de la zona T y del parque de la 93. Sugiero pedirla con un shot de salsa de chocolate caliente.
– La focaccia de VII Panadería.
– El arroz con almendras de M Cocina, uno de los célebres restaurantes árabes de Cartagena, que este año abrió sus puertas en Bogotá. ¡Bienvenido!
– El tartare de mango (con quinua y palmitos orgánicos) de La Cigale.
– La ensalada de queso de cabra de Niko.
– La propuesta de Pot Veggie, que confirma que la comida vegana también puede ser sabrosa: y la de este pequeño restaurante es, en realidad, ¡muy sabrosa!
– Las baguettes de Eric Kayser: como las parisinas del barrio Latino.
– El crudo de atún de Semolina, en Cartagena.
– Las arepas de mazorca y cuajada de Velmon, en el kilómetro 100 de la vía que conduce de Bogotá a Tunja.
– El pan de maíz con suero costeño de Doméstica.
– Los spring rolls con pato laqueado y langostino de Rafael… una entrada maravillosa para continuar con el asado de tira bourguignon.
– La torta de chocolate y naranja de la nueva carta de repostería de Juan Valdez.
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SANCHO
Crítico gastronómico