Su amistad con el multimillonario Gianluca Vacchi, la locura que causó cuando cantó ‘Sorry’ con Justin Bieber y vendió en tan solo 24 horas 120 mil unidades de su disco ‘Energía’, su encuentro en París con el legendario diseñador de la casa Chanel, Karl Lagerfeld, y Pharrell Williams, son algunas de las razones por las que el antioqueño J Balvin se convirtió en uno de los artistas más influyentes y destacados del año. No en vano el colombiano, con 13 millones de seguidores en Instagram, tuvo un gran despliegue en las más importantes publicaciones del mundo, como el ‘New York Times’, que lo definió como “la estrella global” que impone su sonido en esta nueva era. Muestra de ello fue su nominación a los American Music Awards, siendo también el intérprete más postulado a los Billboard. Definitivamente, José, como lo llaman sus amigos más cercanos, no pudo tener un mejor año.
Balvin no tiene el acento marcado, es un apasionado por la moda, fan de Mickey Mouse y de ‘Star Wars’ y lo único que decora la mesa de centro de la sala de su casa es un muñeco de ‘Chewbacca’. En el segundo piso, cerca de algunos instrumentos musicales, sobre sale una figura gigante del ratón más famoso del mundo. En su estudio tiene un afiche de los ‘Avengers’. Como artista sabe que la imagen es importante, por eso el ejercicio y una dieta saludable conforman parte de su rutina. El agua y las almendras son sus ‘snacks’ diarios y el celular, su inseparable ‘compañero’, el lazo que lo une a su país, a sus amigos y su familia, de quienes ha estado alejado por culpa del éxito.
Volver a su casa en Medellín, la única, como lo recalca enfáticamente, es lo que lo ilusiona en esta Navidad. Queda a las afueras de la ciudad y si bien su vida ha transcurrido últimamente entre Los Ángeles y Miami, aquí, junto a los suyos, recibirá el 2017. “Tiempo atrás decidí que estas son fechas para compartir con los míos… con el paso de los días y las experiencias, uno se concientiza que no todo puede ser trabajo”.
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La familia de Balvin la conforman sus padres, Álvaro Osorio y Alba Balvin; Carolina, su hermana menor, a quien le lleva cinco años, y Samantha, su sobrina, la dueña de sus sonrisas. Las pilatunas de la ‘princesa’ de dos años derriten a todos. “Recuerdo que cuando nació me despertó ese cariño puro e inocente. Uno no sabe cómo es esa personita, pero la ves y te causa una alegría indescriptible en el alma. Ahora me generan gracia sus travesuras y comentarios porque soy igual; creo que no he madurado”.
¿Cómo es de tío?
Con mi sobrina fue muy difícil al principio porque yo nunca estaba, entonces no me reconocía. Era muy doloroso llegar, saludarla y ver que salía corriendo, hasta que decidí parar una semana para estar en casa y compartir con ‘Sammy’… por fin sabe quién es el tío. Ya me da ‘picos’ y me abraza. Es una niña muy tierna.
¿Qué significa para usted la familia?
Son las personas que te quieren y te aceptan por lo que eres y no por lo que representas, que te quieren en todos los momentos, con defectos, y para mí va más allá del círculo de sangre.
¿Cómo es la relación con su hermana?
Nos llevamos muy bien, a medida que fui creciendo pasé de ser un hermano posesivo y celoso a un amigo que la apoya en todo.
¿Y cómo es de hijo?
Con errores, virtudes, pero trato cada día de ser mejor. Expreso el cariño y agradecimiento que le tengo a mi familia y les demuestro que son importantes porque una cosas es decir y otra hacer.
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¿Qué comparte con sus papás?
Lo que más disfrutamos es estar en casa, pero cuando viajo, mi mamá todo el tiempo está conectada conmigo por ‘whatsapp’. Es una relación muy bonita y mis papás son un referente para mí.
Su mamá es una mujer devota y en el oratorio de su casa pidió sanarse de una enfermedad y ocurrió un milagro…
Mi mamá tenía porfiria aguda intermitente, una enfermedad en la sangre que complica la calidad de vida y los dolores son intensos. Hace dos meses se curó milagrosamente. La espiritualidad de cada persona y su poder mental influyen en la somatización de lo que pase en el cuerpo. Creo que ella la maneja de una manera muy especial y después de vivir con eso treinta años, ahora está superbién.
¿Tenía paz sabiendo que ella estaba así?
Siempre traté de ser y hacer lo mejor por ella. Cuando le daban esos dolores terribles me afectaba, pero la apoyaba.
SU GRAN AÑO
¿Qué le dejó el 2016?
Mucho agradecimiento, felicidad, tranquilidad y, ante todo, crecimiento profesional y espiritual, como amigo, hermano e hijo.
¿Cómo llegó ese crecimiento?
Empiezas a darte cuenta de qué es lo que te llena realmente y logras calidad de tiempo. Supe que todo necesita un balance y tengo muy presente que cada día puede ser el último y así disfruto más el presente.
¿Qué es lo que verdaderamente llena a una persona tan exitosa?
A mí me llena un chocolate que me dé alguien que me quiera, una sonrisa, un abrazo, la llamada a tiempo de una persona especial. Lo material viene y va y si bien es muy chévere tenerlo y disfrutarlo, como lo hago realmente, es cuestión de equilibrio el dejar que eso sea tu felicidad o tu infelicidad, al igual que la familia y la espiritualidad.
¿Por qué cree que las grandes celebridades llegaron a su vida?
Casualmente mi amigo Gianluca Vacchi (el magnate italiano que se convirtió en la sensación de Instagram al bailar su canción ‘Ginza’ y a quien conoció en Milán después de esto) me decía que por más talento que tengas no se pueden saltar los procesos, entonces por esta razón esto no se había dado ni antes ni después.
Viene Viña del Mar…
Es otro sueño. Todo lo que he vivido y estoy pasando lo soñé.
¿El éxito ha evitado que sea usted mismo?
A veces quisieras ser invisible, pero nos debemos a la gente y sería muy triste que ni siquiera te pidieran una foto… saber que sales y te rodean es ser consciente de que hay mucho cariño.
En el escenario canta, toca guitarra, tiene banda en vivo…
Esto hace parte de la internacionalización y hago reguetón, pero quiero que el mundo me vea como un artista mundial y ese tipo de cambios hacen que uno pueda tener una percepción diferente.
Este fue un año de crecimiento profesional…
Fue increíble haber cantado con Justin Bieber y que haya ido al Staples Center de Los Ángeles; tenemos una química muy bonita. Con Pharrell Williams tengo una linda amistad y me pareció muy especial que aceptara mi invitación como parte del show de los Latin Grammy, fue histórico porque nunca había hecho algo en español y mucho menos había asistido a una entrega latina. Otro hecho que celebro fue que llegamos a mil millones de visitas en un video e ingresamos a ese grupo en el que apenas ocho artistas han tenido esta marca; obtuvimos discos de oro, platino y diamante. También el susto del avión me enseñó que todos los días pueden ser los últimos.
Hablando de esto, ¿qué pasó por su mente en ese momento de la emergencia?
El avión no cayó, iba a despegar y a los 300 metros no llegó a la velocidad de rotación que debía tener para poder despegar y los pilotos frenaron y brincamos, nos sacudimos y terminamos medio volando dentro de la selva. Lo que pensé en ese momento fue: no pude tener una familia, ni esposa, ni hijos. Lo demás fueron banalidades como: no pude seguir haciendo música, trabajando, conquistando metas...Cuando pasa el susto y se da cuenta de que están bien, los pensamientos son otros…Pasa un tiempo para aceptar una situación como esa. Son muy pocas las personas que sufren incidentes aéreos y sobreviven. Ahí supe que hay una misión y que no era mi momento. Voy a seguir por el mundo motivando a quienes me siguen a que cumplan sus sueños… no hay límites; me quedó claro que todavía hay mucho por hacer y que cada día puede ser el último, el problema es que a veces se nos olvida.
“Tener una familia y casarme está entre mis planes”
Para formar una familia, el primer paso es tener pareja…
Es difícil, hay muchas corrientes como el tiempo y los viajes, que pueden estar en contra de tener una relación. Todavía no tengo pareja y me sigo preguntando si es el momento o no, creo que hay que intentarlo, pero aún no me atrevo a dar el paso, aunque sí está dentro de mis planes a corto o mediano plazo tener una familia y casarme. Me han inventado romances… me ven con Danielle (Arciniegas) y dicen que estoy con ella, me ven con mi hermana y comentan, se sube alguien al carro en México y ya es mi novia. Ya no le pongo atención a eso. Lo hacía y salía dando explicaciones, pero excusas no pedidas, culpa manifiesta; el día que llegue ni se van a dar cuenta.
¿Se siente solo?
Sí, pero cuando empiezas a conocerte tienes más tranquilidad. Cuando uno valora lo que tiene deja de sufrir y se vuelve tolerante.
Si mira el pasado y el presente, ¿cómo se ve?
Me da melancolía ver todo lo que hemos luchado; sin embargo, como sé que hay caminos por recorrer, confirmo que me queda mucho por hacer.
¿Qué deseo tiene para 2017?
Musicalmente quiero seguir expandiéndome a nivel mundial, ver cómo esta gira por Europa fue tan exitosa con las personas locales, no solamente latinos, sino alemanes, franceses, gente de cada zona que fuimos. Quiero hacer colaboraciones e invitar a cantar en español a artistas como Rihanna o Drake y tener una relación estable si Dios quiere, si es el momento.
¿Qué está pidiendo de regalo al Niño Dios en Navidad?
Mucha salud, que el resto viene solo.
¿Cómo pasa la Nochebuena?
En mi casa, somos una familia muy pequeña; compartimos la cena y luego voy a saludar a otras familias que me ha puesto delante la vida.
¿Cómo es su relación con Dios?
Él está en mi vida y soy espiritual. Todos los días le agradezco y es el mejor negocio de todos. ¡Llegan bendiciones!
¿Cuál es el recuerdo más lindo que tiene de la Navidad?
Me acuerdo cuando nos encontrábamos tres familias en Barbosa, Antioquia, en una finca. Esperando que llegaran los regalos escuché a mis amiguitos decir que habían visto pasar al Niño Jesús y que había dejado los regalos bajo el árbol. ¡Esa inocencia es hermosa!
Realización: Paula Sanmiguel
Fotos: Hernán Puentes
Asistente: Junior Rojas
Maquillaje: Jonathan Posada Makeup
Vestuario: Zara
CRISTINA ESTUPIÑÁN
Revista HOLA!