La aplicación de transporte Uber empezó este miércoles a probar en las calles de San Francisco (EE.UU.) un pequeño número de vehículos autónomos, tras haber desarrollado su programa piloto en Pittsburgh con éxito, el pasado mes de septiembre.
Los carros son todos del mismo modelo, un XC90, de la firma sueca Volvo, de alta gama diseñados especialmente para su uso de manera autónoma, es decir, sin tocar el volante ni los pedales.
"A partir de hoy, pasajeros que soliciten un UberX en San Francisco serán recogidos en un Uber autónomo si está disponible. La ampliación de nuestro programa piloto de conducción autónoma nos permite seguir mejorando nuestra tecnología en operaciones reales", dijo la compañía en un comunicado.
Uber añadió que el elevado número de bicicletas de San Francisco, la mayor densidad de tráfico y la estrechez de los carriles en comparación con Pittsburg suponen algunos de los principales desafíos del programa de desarrollo en la ciudad californiana.
Los vehículos tienen un aparato de control, caja con sensores y cámaras sobre el techo que permiten a los carros desplazarse por la ciudad. Además, siempre irá una persona en el asiento del conductor, que servirá de supervisor, ver que todo funciona como debe y tomar el control del vehículo cuando sea necesario.
El inicio del programa piloto de la compañía está envuelto en una polémica porque Uber no ha solicitado permiso al Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) de California para probar los vehículos en carretera.
Uber explicó que no cree que necesite el permiso. "Hemos estudiado de forma detallada este asunto y creemos que no lo necesitamos" porque, en su opinión, "las normas se aplican a los vehículos que pueden conducir sin que alguien los controle o los vigile". "Estamos en los inicios y nuestros vehículos todavía no están listos para conducir sin que una persona los vigile", añadió la empresa.
TECNÓSFERA
Con información de AFP