La Exfanfarria, una de las primeras agrupaciones teatrales con sala propia de Medellín, tuvo su última presentación el pasado 2 de diciembre porque sus integrantes decidieron cerrar las puertas para siempre.
El desgaste por la combinación de la gestión administrativa del teatro y la creación artística fue el motivo de la decisión.
Beatriz Hernández, administradora de La Exfanfarria, contó que los miembros se encargaban simultáneamente de ambas labores, por lo que estaban “cansados”.
“Nosotros no somos administradores y no nos podemos dar el lujo de contratar uno. En esencia, somos creadores y dramaturgos”, añadió Hernández.
Ella, quien también es actriz de la compañía, ha tenido que alejarse de las tarimas para dedicarse a los cajeros y a las cuentas. Actualmente dirige talleres de teatro para jóvenes y adultos mayores.
La actriz manifestó que “las exigencias estatales; o sea, la manera como está concebido el negocio teatral, nos convierte a nosotros los actores en gerentes de industrias cultural”.
Agregó que, eventualmente, los artistas terminan realizando una “casa de la cultura”, por la variedad de la programación, que incluye conciertos musicales y presentaciones de grupos sin techo.
Contó que “al Estado no les interesa la calidad de las presentaciones, sino que generemos renta para subsistir”, teniendo en cuenta que sostener la sala cuesta 20.000.000 de pesos mensuales, con el arriendo, los servicios y el pago a los actores.
Aclaró que no es falta de apoyo estatal, sino que la forma de contratar del Estado asfixia las entidades culturales “porque les interesa la cantidad, cuántas personas asistieron, cuántas funciones hicieron y no qué tipo de obras se presentan”, sostuvo Hernández.
Desde la administración municipal existen iniciativas como la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura, gestionada desde la Secretaría de Cultura Ciudadana, para impulsar procesos artísticos y culturales mediante el otorgamiento de recursos y apoyos por áreas y movilidades.
Lina Botero, subsecretaria de Arte y Cultura de Medellín, lamentó el cierre del teatro al que calificó como uno de los pioneros del sector.
“Nos da tristeza. Somos conscientes que sobrevivir en el sector cultural no es fácil. Es una lucha diaria”, manifestó la funcionaria.
Agregó que desde la Subsecretaría intentan promover el arte y quieren que la gente comprenda que el arte hay que pagarlo.
Con iniciativas como Salas Abiertas, donde una vez al mes se puede asistir gratis a los teatros, la gente se malacostumbró a la gratuidad, se lamentó Botero.
Pionero del teatro
La Exfanfarria Teatro fue proclamada Patrimonio Cultural de Medellín, según el Decreto 478 del 15 del mayo de 1992.
Fundada por el dramaturgo José Manuel Freidel, un estudiante de Derecho de la Universidad de Medellín, en 1974.
Sus orígenes se remontan a cuando el grupo de títeres El Renacuajo y el teatro El Grupo conformaron la corporación artística La Fanfarria, con la que pretendieron tener injerencia real en la vida artística y cultural de la ciudad.
En 1986 se separan y aparece en escena como Asociación Exfanfarria Teatro y ocupa la sede actual en uno de los corredores culturales del centro, vecino del teatro Pablo Tobón Uribe.
Desde allí, a lo largo de todos estos años, realizó un trabajo en amplios sectores de la comuna 10.
“Para la época, el movimiento de teatro se sumó a la causa de los movimientos obreros, campesinos y estudiantiles que hicieron parte de la formación ideológica y artística de Freidel y que se notó en sus producciones teatrales”, explicó Luis Fernando Zapata, director artístico de La Exfanfarria Teatro y uno de sus fundadores.
Por tal razón, el dramaturgo impregnaba sus trabajos con su ideología, caracterizados por LA crítica social.
“Él comprendía que el arte es provocación. Ese fue el legado que le dejó a La Exfanfarria y al teatro en general en la ciudad”, añadió Zapata.
Cumplidos 36 años de ininterrumpida labor teatral, el legado de su fundador, cercano a 40 obras teatrales, ha propiciado el impulso a nuevos dramaturgos y directores cumpliendo así su misión de implementar otros espacios de confrontación creativa, cultural e investigativa.
La agrupación, a futuro, pretende dedicarse a dictar talleres y a la escritura dramatúrgica.
JESÚS DE LEÓN
Para EL TIEMPO