Jóvenes líderes afrolatinos de Brasil y Colombia están concentrados en Cali para abordar y enfrentar el racismo digital. En el continente americano estos dos países son los de mayor población descendiente africana, incluso, superior a la de Estados Unidos.
El Gobierno colombiano la estima en un 10 por ciento, pero la ONU la estima entre un 25 y un 30 por ciento.
La Universidad de Harvard y Google Brasil organizan el taller ‘AfroLatino Digital 2016’ que irá hasta mañana.
“Queremos visibilizar sus esfuerzos, que usen la tecnología como medio de resistencia, de participación e inclusión en el mundo; como dicen ellos, ocupar espacios de poder que les han sido negados históricamente y que resistan, más que todo, al racismo digital, un campo poco investigado. En Colombia se habla, tal vez, un poco menos de racismo en general, se reconoce mucho menos que en Brasil”, dice la antropóloga africana Niousha Roshani, investigadora del Centro Berkman de la Universidad de Harvard acerca del discurso del odio y el racismo en Latinoamérica y quien lidera este proyecto.
“En los medios digitales una persona puede tener mucha mayor audiencia, entonces el poder, el impacto negativo que puede tener el racismo digital es mucho más fuerte que el racismo fuera de las redes digitales”, agrega la antropóloga Roshani.
Hace un año, en Colombia, circularon unos memes donde no aparecía ninguna foto y abajo se leía, es negro.
“Directamente racista y eso se propaga. Esos memes han recibido más de 100.000 likes que muestran un sentimiento racial. En Brasil hay una actriz famosa que decidió dejar de alisar su cabello y dejarlo al natural, ha recibido el discurso del odio, racista; aquí ustedes tuvieron el caso del ‘Solado Micolta’, siempre estamos creando esa imagen negativa, el resto de la población que no es afro va a legitimar ese racismo, pero el mismo afro lo internaliza y eso es peligroso’, señala la antropóloga Roshani.
Conocer el manejo de las redes sociales, llevarlo a sus comunidades, no para cazar una pela con quienes envían mensajes racistas, sino como una forma de resistencia es lo que se busca con estos talleres.
“Lo que queremos es crear una red de jóvenes líderes, cuando no hay un tejido social muy fuerte entre una población que está siendo discriminada y excluida, no puede haber una resistencia mayor, entonces, la desintegración es mucho mayor, mucha más violencia. Pero cuando el tejido es fuerte, es mucho más improbable que pueda ser impactada de forma negativa. Queremos crear una identidad afrolatina, no afrocolombiana, ni afrobrasileña, ahora existe, pero en cada país separado, queremos que todos se unan para crear esa identidad joven afrolatina”, dice la investigadora Roshani.
CALI