El crimen del líder minero, Éder Mangoni, el pasado sábado 10 de diciembre en zona rural del municipio de Norosí, dejó claro que la extorsión tiene azotado al sur del departamento de Bolívar. En el 2016 van 7 líderes campesinos asesinados en este municipio bolivarense.
Cinco días antes del crimen se había llevado a cabo una mesa de interlocución a 20 minutos de donde ocurrió el crimen.
Allí, el líder campesino había denunciado como en esta región grupos armados ilegales (como Auc, ELN y bandas criminales) cobran 3 mil pesos por cada canasta de cerveza que venden los campesinos, y extorsionan en toda la región.
“Están retando al propio Presidente de la República y a las autoridades, para una región en posconflicto”, había denunciado Mangoni.
El 26 de noviembre pasado se había llevado cabo la misión de verificación de derechos humanos, con presencia del presidente Juan Manuel Santos, donde los alcaldes de esta región hicieron los siguientes señalamientos:
Entre los municipios de Norosí y Barranco de Loba hay una 'zona gris' donde no hay autoridad y las comunidades denuncian la presencia de campamentos paramilitares, como en las veredas Mina Azul y Villa estrella de Norosí, así como en límites de Tiquisio y Montecristo.
En el municipio se Barranco de Loba, La Mina Santa Cruz, concesionada, en la vereda de Pueblito Mejía, según las comunidades campesinas, es movida por grupos armados ilegales. Pero lo que más preocupa a las autoridades es el reclutamiento forzado de menores de edad y jóvenes, como en el municipio de Arenal, donde muchos jóvenes se han desplazado. El corredor entre Aguachica (Cesar) y Guaranda (Sucre) también es patrullado por paramilitares. La seguridad en esta región es responsabilidad de los batallones Nariño y Selva número 48.
CARTAGENA