Conducir desde el puente de la 4 Sur hasta el retorno de la avenida El Poblado, a la altura del centro comercial Santafé, es un dolor de cabeza para Saúl Callejas, quien hace dos semanas tuvo un choque en esa vía, una de más embotelladas del sur de la ciudad.
En ese trayecto que debería durar menos de 10 minutos en vehículo, él tarda hasta 50 minutos en hora pico, caos que empeora en diciembre porque hay colapso en el acceso y en la evacuación de los parqueaderos del centro comercial.
“Ir a pie sería peor, esa vía no tiene en cuenta al peatón, cuando la construyeron solo pensaron en los vehículos, tampoco hay buen transporte público como para dejar el carro en la casa”, protestó Callejas.
Pero eso terminaría a principios del próximo año cuando estén listas las obras de mejoramiento vial de la calle 9 sur con carrera 42, en la Loma de Los Balsos, que costarán más de 1.550 millones de pesos.
En ese punto, la Secretaría de Infraestructura Física construye un retorno antes de llegar a la carrera 34, lo que mejoraría el sistema vial y peatonal. Los trabajos avanzan en un 20 por ciento.
La Secretaría informó que con la obra se busca la optimización de la movilidad vehicular y peatonal del sector. “Esas pequeñas obras de gran impacto logran una movilidad sostenible, eficiente, confortable y ágil”, dice la entidad.
Caos total
Para el experto en movilidad de la Universidad Nacional, Víctor Valencia, el retorno de Santafé es insuficiente, sin capacidad para la circulación de vehículos.
“Es una zona con alto tránsito, pero no hay espacio para maniobras, los conductores tienen que hacer cruces, parar y ceder la vía, pasar resaltos, además hay una misma infraestructura para entrada y salida de vehículos”, explicó.
A lo que se le suma que las largas colas de carros para el ingreso y salida del centro comercial afectan el resto del tránsito, que enfrenta una vía pendiente y con poca visibilidad.
Valencia aclaró que aunque el centro comercial tenga buena logística y señalización para el ingreso y salida de vehículos, el problema radica en el retorno que, para él, estuvo mal diseñado.
En lo que coincidió Juanita Gutiérrez, gerente de Santafé. “Es cierto que la movilidad del sector se impactó con la llegada del centro comercial, pero la glorieta (el retorno) complicó mucho el tráfico porque no tiene salidas e ingresos independientes. En 20 metros hay seis carriles, eso hace imposible el tránsito de carros”, dijo.
La gerente contó que esa glorieta es un problema desde hace cuatro años y que representa un peligro porque los clientes se quedan hasta una hora en el sótano esperando el turno para salir del parqueadero. “Aunque los sótanos tienen extractores de CO2, eso pone en riesgo a las personas”, advirtió.
Gutiérrez contó que solo hay alivio los días que la Secretaría de Movilidad decide cerrar el retorno porque el tránsito se normaliza y que por ello la Alcaldía hizo los estudios y empezó las obras, necesarias desde hace mucho tiempo.
También criticó que teniendo en cuenta que el centro comercial pagó 19.000 millones de pesos para las 23 obras de valorización de El Poblado, ninguna está cerca de Santafé y “la movilidad no mejoró, por el contrario, empeoró”, concluyó.
DEICY JOHANA PAREJA M.
Redactora de EL TIEMPO
MEDELLÍN
En Twitter: @johapareja