“A uno que le gusta y le nace hacerlo, es lo mejor que le puede pasar”, contó Alexander Cossio, tecnólogo ambiental y soldado profesional, refiriéndose a pasar del servicio operativo a liderar desde hace siete años una de las oficinas de gestión ambiental del Ejército Nacional.
El Ejército es una de las instituciones más grandes del Estado, está en muchos sitios del país y por esto es un gran generador de residuos y contaminación, cuenta Cossio, quien es uno de los 126 miembros de la Séptima División del Ejército que trabajan en las labores ambientales.
La idea de tener oficinas de gestión y servicio militar ambiental es reducir ese impacto. “No es lo mismo estar en el monte a estar aquí, protegiendo y cuidando nuestro medios ambiente”, agregó Cossio.
Aunque desde 1993 existe la ley 99, que en el artículo 102 establece que un 20 por ciento de los bachilleres seleccionados para el servicio militar obligatorio prestarán servicio ambiental, la situación del país impedía su cumplimiento. “Antes no se podía pensar en tener soldados sembrando árboles todo el día, la situación de violencia no lo permitía, ya es posible que personal militar se dedique a estas labores de protección de ecosistemas”, comentó Yenny Meneses, ingeniera ambiental de la Séptima División.
La labor de restauración natural asistida en la base del cerro Medellín, ubicado en la comuna 8 de la ciudad, comenzó en el 2014, hasta este momento se han sembrado 18.000 árboles en 9 hectáreas de las 15 que se piensa intervenir.
La meta, dijo Meneses, es que en máximo dos años se alcancen los 30.000 árboles que se espera sembrar allí. “La idea es convertir esto en un corredor ecológico, que conecte el parque Arví con la ciudad de Medellín, lo rural con lo urbano, y favorezca el movimiento de la fauna y flora”, explicó la ingeniera ambiental.
En este cerro hay cuatro soldados de forma permanente en labores ambientales, y 10 que cumplen servicios de forma itinerante en la base militar cerro Medellín.
Este servicio es coordinado desde hace tres años por el soldado profesional Luis Santana, quien pertenece al Ejército desde hace 16 años. Anteriormente Santana se encargaba de la disposición de residuos sólidos en el Batallón Girardot, y fue enviado a liderar este proyecto por sus conocimientos en el tema.
Sin embargo, Santana sabe que hasta que cumpla con los 20 años de servicio necesarios para la jubilación, sigue teniendo un compromiso con la seguridad del país. “Me encomendaron este trabajo, pero en caso de que me llamen a volver a operaciones, voy a cumplir mi deber como militar que soy”, dijo el soldado.
María Isabel Ortiz F.
MEDELLÍN