Un país como el nuestro es un inmenso paisaje con puntos grises, áridos y tristes muchas veces. Pero con otros claros, fértiles, que reviven esperanzas, que devuelven la confianza en nuestra gente. Uno de ellos es, por estos días, Expoartesanías (en Corferias), que llega a su vigésima sexta edición.
¿Por qué es tan interesante? Porque esta feria –que es una rueda de negocios que va hasta el 18 de este mes– es una oportunidad grande para tantos colombianos de ese admirable mundo que trabaja discreta, pero denodada y constantemente en quehaceres admirables, muchas veces en las lejanías chocoanas, amazónicas, o guajiras, o en zonas más cercanas del altiplano, pero todos con la fe en que sus productos lleguen al gran comercio, o más simple, que se conozcan sus trabajos. Porque también es asunto de orgullo.
Y esta, en todo caso, es la vitrina nacional e internacional. Porque allí, en cuatro pabellones, se ponen a prueba frente a los de un par de decenas de países más. Y es, así mismo, la oportunidad de mostrar nuestros oficios y tradiciones. Bien lo dijo la gerente general de Artesanías de Colombia: “A través de sus piezas, los artesanos expresan tradiciones, creencias, pensamientos, valores y saberes, y de esa manera mantienen vivo el legado de sus ancestros”. Eso solo, de por sí, es muy valioso.
Pero como se trata de una oportunidad económica, que es lo más justo, esta vez representantes de 14 naciones buscarán cerrar negocios con artesanos colombianos. Ojalá se llegue a una cifra que compense los esfuerzos de 800 de nuestros compatriotas; que se superen los números del año anterior, tanto en negocios como en visitantes.
Esa puede ser una mano amiga que les demos los bogotanos a nuestros admirables artesanos y a los de los demás países participantes. Nada más justo y oportuno que aprovechar la Navidad para regalar lo típico, lo sorprendente, lo hecho con tanto ingenio, con esfuerzo y dedicación. Además, con lo que da esta tierra buena. Se dice que allí hay más de 25.000 productos. Más que nunca, vale la pena respaldar a los artesanos. Es nuestro mejor regalo.
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