Los perjuicios por 8,5 billones de pesos para el Estado, por causa de la gestión fiscal ineficiente en el proceso de construcción de la Refinería de Cartagena (Reficar), no son el único impacto que tendrá el país con este megaproyecto.
Durante el proceso de auditoría a la contratación, según el informe de 233 páginas que reveló la Contraloría General de la República, se evidenció otra perla: el complejo, que se le vendió siempre al país como el que duplicaría la capacidad de refinación, pasándola de 80.000 barriles por día a 165.000 barriles diarios, quedó con un nivel inferior, pero sus costos sí correspondieron a lo proyectado en la promesa.
Al equipo de auditores que lideró el proceso le llamó la atención que Reficar haya confirmado que su capacidad real es de 150.000 barriles por día, más una variación en exceso del 10 por ciento, que nunca se materializará.
Es decir, la diferencia de 15.000 barriles por día, correspondientes a unos 630.000 galones diarios, equivale casi al 20 por ciento de los requerimientos de importación que tiene el país actualmente.
Aunque no se incluyó en la cifra del lucro cesante de 1.936 millones de dólares por no ser un hecho materializado, la Contraloría General de la República proyectó que durante la vida útil del complejo, que es de 30 años, entre el 2015 y el 2044, Ecopetrol, como único dueño actual, dejaría de recibir 237 millones de dólares por esta menor capacidad, a precios del 2015.
“Estamos mirando esto en la capacidad de refinación y ya están configurando la dieta de carga de la refinería, porque por los niveles de eficiencia no están llegando a lo que se esperaba”, indicó una fuente consultada por el TIEMPO.
En el informe se detalla que la máxima capacidad a la que ha llegado la refinería es de 143.000 barriles, la cual se considera que es un nivel alto de eficiencia, dado que la capacidad real es de 150.000 barriles diarios.
Tras el revelador informe, ahora la Contraloría General de la República entrará a revisar en enero, una vez Reficar cumpla el compromiso adquirido de declararse en operación estable, los contratos principales de las 34 unidades que componen la refinería.
Foco de la auditoría
Para ello, el trabajo de los auditores se concentrará en las últimas fases de la construcción y en todo el proceso de arranque y puesta en marcha (precomisionamiento, comisionamiento y arranque), pues ha llamado la atención que desde el momento en el que se inauguró el complejo, en diciembre del 2015, se han presentado 38 paradas operacionales por errores constructivos.
Este proceso podría tardar unos ocho meses más, y se concentrará en los controles de cambios finales del proyecto, es decir, los numerados con 4 y 5, lo que implica que en esta segunda etapa, que precede al inicio de los procesos de responsabilidad fiscal, se analizará principalmente la contratación que hizo Reficar directamente.
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