Poco a poco, el cine ha empezado a reflexionar acerca de uno de los desafíos más grandes que enfrenta la civilización en estos tiempos: el extremismo islámico.
Hace rato circulan decenas de documentales de calidad variopinta, y más recientemente la ficción ha abordado el fenómeno desde la perspectiva de la guerra.
Ahora llega a nuestras pantallas una cinta que pone énfasis en uno de los aspectos más interesantes del problema: el reclutamiento de jóvenes occidentales.
Elodie es una joven belga que un día decide huir de su casa hacia Siria para unirse a fuerzas extremistas.
Sin saber adónde se ha ido, su madre la llama infructuosamente al celular, y cuando al fin recibe respuesta, trata de ejercer su maternidad con actitud autoritaria.
Pero al darse cuenta de que las intenciones de su hija son serias, decide ir a buscarla en un viaje que la llevará a Turquía y Siria, un periplo que la hará reflexionar sobre la extraña cultura que la rodea.
Camino a Estambul promete más de lo que termina dando.
La proyección arranca con el tema más interesante de esta historia: las motivaciones de Elodie para unirse al yihadismo.
Sin embargo, muy pronto la trama abandona a la joven que ha huido, y se queda con la mamá, una decisión narrativa delicada que nos saca del terreno novedoso del extremismo islámico, para entrar en el mucho más conocido de una búsqueda convencional.
Es cierto que el viaje de la madre es arduo y revelador de algunos aspectos culturales ajenos a Occidente y su pensamiento, pero en medio de la superficialidad deja al espectador añorando una narración que habría sido mucho más interesante: la experiencia de la joven Elodie en Siria.
*** ‘Camino a Estambul’ Dirección: Rachid Bouchareb Con: Astrid Whettnall, Pauline Burlet, Patricia Ide Clasificación: 12 años