Visiblemente cansado, pero sin mostrar arrepentimiento, Rafael Uribe Noguera fue conducido en la noche del martes al complejo judicial de Paloquemao donde se inició formalmente el proceso penal en el que tendrá que responder por el feminicidio y violación de Yuliana Samboní de 7 años.
Tanto a su salida de la Clínica Navarra, como a la llegada a los juzgados requirió de protección de la Policía y de una tanqueta para evitar que alguno de los cientos de manifestantes, que repudiaron el crimen de la pequeña, lo agrediera. "Asesino", fue la palabra constante de las arengas.
Mientras los uniformados lo conducían a los sitios de detención de Paloquemao, frente a la entrada del complejo se reunían los periodistas y varias mujeres que con velas, carteles y flores exigían justicia, pero además rendían homenaje a la pequeña proveniente del Cauca. No obstante, despertó su indignación el hecho de que la juez 79 de garantías ordenara que la audiencia fuera reservada porque se trataba de una menor de edady por la Ley de Infancia y Adolescencia se debían proteger sus derechos. "Pero si ya la mató", señalaban algunas. (Lea también: Fiscalía decomisó carro y apartamento de Rafael Uribe Noguera)
Hacia las nueve de la noche comenzaron a retirarse, mientras que en la sala del tercer piso de Paloquemao comenzaba la audiencia de legalización de captura de Uribe Noguera que siguió siendo a puerta cerrada, pero se lograba escuchar las palabras de la fiscal del caso gracias al silencio que había en el recinto.
Así fue como se supo que Rafael Uribe Noguera habría consumido cocaína posterior al crimen para ser internado en un centro hospitalario y de esta manera obstruir la investigación por el feminicidio de la niña.
En la diligencia, Uribe no aceptó los cargos y tampoco mostró arrepentimiento, un hecho que recalcó la fiscal. "No ha mostrado respeto por la vida humana", señaló.
El sindicado de este crimen tendrá que responder por los delitos de feminicidio agravado, acceso carnal violento, tortura y secuestro agravado en contra de la menor proveniente del departamento del Cauca. Y aunque inicialmente se le iba a enviar a la cárcel La Modelo, en la mañana del miércoles se le envió a la Picota.
En el relato de la Fiscal afloraron más escabrosos detalles de la forma en que Uribe Noguera habría ultimado a la menor, como el hecho de que la torturó, y que además habría planificado minuciosamente su crimen, ya que había estado en reiteradas oportunidades en el sector donde residía Yuliana, que incluso le dio dinero a ella y a niños del barrio. "Aprovechó su condición económica para hacerle daño a esa comunidad tan vulnerable", se alcanzaba a escuchar que decía la Fiscal.
Se conoció también que los hermanos de Uribe Noguera, Francisco y Catalina, estuvieron tres horas en la escena del crimen por lo que se presume que la habrían alterado. Además se encontró que el cuerpo de la pequeña se intentó limpiar con un aceite con el que se buscaba borrar evidencias.
Todo esto tenía un fin: minimizar las acciones criminales de Uribe Noguera. Pero habría fracasado en su intento, porque pese a que consumió toda esa cocaína que le habría ocasionado una sobredosis, en la clínica Monserrat le dijeron que su ingreso era infundado porque podía tomar decisiones y era consciente de sus actos. Así fue como se le remitió a la Clínica Navarra. (También: La vida desconocida del hombre señalado de matar a Yuliana)
Por todas estas razones, además de que podría reincidir y obstruir la investigación del hecho, la juez 79 de control de garantías le dictó medida de aseguramiento.
BOGOTÁ