El tema no es nuevo y la queja tampoco, pero sí sorprende la cantidad de dinero que gasta la capital del Atlántico en la limpieza de los arroyos, como consecuencia de la falta de civismo de algunas personas que aprovechan las lluvias para tirar los desechos a estas corrientes.
El director del Foro Hídrico, Alberto Salah, aseguró que solo este año las labores de limpieza le han costado a la ciudad más de 4 mil millones de pesos y se han extraído 20 mil metros cúbicos de desechos sólidos.
En Barranquilla, se estima que hay unos 120 kilómetros lineales por donde drenan las aguas lluvias. Unos 50 arroyos corren por sus cauces naturales, vías, canales y canales pluviales. De estos, 15 son peligrosos ríos que paralizan algunos sectores de la ciudad cada vez que llueve.
El sábado pasado, por ejemplo, las rejillas del recién canalizado arroyo de la calle 84 no pudieron hacer su trabajo de drenar el agua debido a la cantidad de basura, que terminaron taponándolas.