Óscar Vásquez soñaba con dejar algún día esa amarga experiencia de ser el hombre más obeso de Colombia.
Así hubiera restado cerca de 100 kilos, el estado de salud de Vásquez era siempre delicado, dentro de su optimismo y el apoyo de la fundación Gorditos de Corazón. El fin de semana no resistió y murió sin esa meta.
El drama empezaba con sacarlo de su casa, pero los Bomberos Voluntarios de Palmira le dedicaban su mejor esfuerzo.
Era una manera de salvar que ninguna camilla resistía su peso porque están hechas para unos 150 kilos de peso. Cuando se dio conocer su caso, llegaba a los 400 kilos.
Los Bomberos dispusieron 20 socorristas, en un carro de la entidad y con presencia de una ambulancia. Así fue llevado en su primera operación a la clínica Nuestra Señora de Los Remedios, en el norte de Cali, para una cirugía bariátrica. Óscar sufría de obesidad mórbida, que le impedía moverse por sí solo.
La fundación antioqueña Gorditos de Corazón, encabezada por Salvador Palacio, apoyó un tratamiento con nutricionistas, psicólogos y médicos.
Óscar, de 45 años, sufría la situación desde la infancia. En 1988 cuando tenía 17 años, ya pesaba 120 kilos y su padre murió de infarto. En 1989 fue su mamá que sufrió infarto cuando él la acompañaba a la galería.
En su depresión se volvió un consumidor incesante de comidas rápidas. Hasta 2014 daba pasos cortos, mediante un caminador. En el último año debía levantarse con ayuda de sus hermanas Consuelo, Nancy y Leonor, su cuñado Luis Cuartas y sus sobrinas Lina Lorena y Juliana Alejandra González.
Se buscó que la Nueva EPS, a la que estaba afiliado, le cubriera el tratamiento. Óscar debía someterse a la implantación de un balón gástrico; luego, con una manga gástrica y, finalmente, un bypass, pero un infarto fue su final.
CALI