México amplió este lunes en 65 millones de hectáreas su área natural protegida, un paso que le acerca a su objetivo de que el 17 % del territorio nacional esté resguardado para 2020 y con el que supera la meta del 10 % en las zonas marinas.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, firmó este lunes nueve decretos, cuatro para declarar nuevas reservas de la biosfera y cinco para incorporar zonas de salvaguarda.
"Hoy más que nunca", afirmó en un acto celebrado en una playa de la Riviera Maya (sureste), esta generación está obligada "moralmente y éticamente a asumir una mayor responsabilidad frente al mundo que queremos tener el día de mañana".
Agregó que, con estos decretos, "prácticamente" se está triplicando la zona natural protegida marítima y terrestre con la que contaba el país. Las nuevas reservas de la biosfera decretadas por el Ejecutivo se ubican en el Caribe mexicano, el Pacífico mexicano profundo, las islas del Pacífico de la Península de Baja California y la Sierra de Tamaulipas.
Con la reserva del Caribe, la superficie marítima frente a la costa de Quintana Roo quedará protegida en un 50 %. El área protegida de casi 58 millones de hectáreas del Pacífico mexicano cubre una franja marítima por debajo de los 800 metros de profundidad desde Chiapas a Nayarit, así como la que está alrededor del Archipiélago de Revillagigedo, recientemente designado como Patrimonio Natural de la Humanidad.
En cuanto a las islas del Pacífico y sus aguas adyacentes en la costa occidental de los estados de Baja California y Baja California Sur, la reserva de la biosfera abarcará una extensión de 1,2 millones de hectáreas.
Con esta iniciativa, el 14 % de la zona terrestre (21 millones de hectáreas) estará bajo protección, más cerca de la meta del 17 % establecida para 2020 en Aichi (Japón).
En cuanto a las zonas marítimas, México alcanza con estas declaraciones que el 23 % de ellas estén protegidas, más del doble del objetivo del 10 % acordado a nivel global en 2010.
En el marco de los trabajos de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (COP13), que se desarrollan en el balneario mexicano de Cancún, el director adjunto del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), Ibrahim Thiaw, aplaudió la decisión de México de ampliar sus áreas protegidas.
Esta iniciativa, señaló, no solo tiene un impacto positivo en la conservación de la biodiversidad, sino que "envía una señal firme para la implementación de la Agenda de 2030 para el Desarrollo Sostenible".
Destacó que los países no pueden esperar a otras conferencias para alcanzar las metas de Aichi -de las cuales se prevé que solo se cumpla una tercera parte para 2020-, por lo que pidió celebrar una cumbre centrada en esa materia en Nueva York u otro lugar.
Thiaw denunció que "las especies están desapareciendo a un ritmo horrendo". En 2002 la pérdida "a una tasa 10.000 veces superior a la tasa de extinción natural era inaceptable, pero para 2010 seguíamos discutiendo lo urgente que era el problema mientras la quinta parte de la población de elefantes era diezmada", indicó.
El director adjunto del PNUMA expresó la necesidad de que los países se reorganicen y se unan para concertar "un plan de acción claro y simple que podamos realmente cumplir".
Dentro de las jornadas de trabajo, Peña Nieto llamó a "concebir la biodiversidad como una estrategia de desarrollo para el bienestar presente y futuro de la humanidad".
El desafío, dijo, es "consolidar más actividades agropecuarias que conjuguen desarrollo económico, inclusión social y protección ambiental".
Cancún acoge desde el domingo y hasta el 17 de diciembre la COP13 y sus dos protocolos, el de Cartagena sobre seguridad de la biotecnología (COP-MOP8) y el de Nagoya sobre acceso a los recursos genéticos (COP-MOP2). Más de 6.500 delegados de 196 países participan en el diálogo, entre ellos los ministros de los sectores agrícola, pesquero, forestal y turístico.
EFE