Un año y cinco días después de asegurar su regreso a la primera división luego de siete años de tortura en la B, Atlético Bucaramanga está muy cerca de hacer historia. De la mano de Flabio Torres, un técnico experto en tomar equipos con limitaciones y llevarlos a pelear títulos, como ya lo hizo con Deportivo Pasto, los ‘leopardos’ están listos para jugar la semifinal de la Liga frente al Deportes Tolima.
Torres no fue el técnico que ascendió al Bucaramanga. Ese logro fue para José Manuel ‘Willy’ Rodríguez, quien dejó el equipo a mitad de año luego de una campaña con muchísimos empates. Al tolimense le tocó trabajar mucho para sacar al club de la zona de descenso. El impulso le alcanzó para llegar hasta donde está hoy: es uno de los cuatro mejores del semestre.
“Atlético Bucaramanga es un equipo que se ha ido fortaleciendo en la medida en que la Liga ha ido avanzando”, dijo el técnico Torres. “Este no es un equipo joven, es un equipo de experiencia, de mucho recorrido, que en esta clase de partidos va a sacar todo a relucir”, agregó el entrenador. Y tiene razón: el plantel es, en promedio, el más veterano de los 20 participantes en la Liga, con 27,2 años. El segundo es Millonarios, con 26,7.
Torres construyó un equipo de atrás hacia adelante, con un portero experimentado –Jorge Mauricio Bava, de 35 años– con mucha experiencia internacional: venía de actuar en Nacional de Uruguay y Libertad de Paraguay, con los que, incluso, llegó a jugar en las copas Libertadores y Suramericana. Antes de pisar suelo colombiano actuó en el Liverpool de su país. Y esa experiencia se notó en momentos claves, como el partido contra Deportivo Cali, en el que fue fundamental para avanzar a semifinales.
Delante de Bava, Torres ha puesto en los últimos partidos a tres zagueros centrales, dos de ellos muy experimentados: Félix García, de 33 años, con pasado –entre otros equipos– en Santa Fe y Peñarol, de Uruguay, y Diego Peralta, de 31, que regresó al club tras su paso por Nacional. El otro es Luis Payares, de 26, quien actuó antes en Cali y Cúcuta.
Esa estructura la complementa con dos laterales de ida y vuelta, Jair Palacios y Cristian Mafla; y delante de ellos, otros dos experimentados volantes de marca: Luis Sierra, de 28 años, y Carlos Giraldo, de 37.
Pero Bucaramanga no solo piensa en defenderse. De la mitad de la cancha hacia adelante tiene a un volante de creación que en el club ha rendido mucho, John Freddy Pérez; y arriba armó una pareja de atacantes de muy buen nivel: Darío Rodríguez, el más joven de la titular (21 años), y el uruguayo de origen armenio Mauro Guevgeozian, de 30, que apareció en el remate del torneo tras superar algunos problemas físicos.
“Mauro estuvo mucho tiempo lesionado, porque no se pudo recuperar de un problema que sufrió en el primer partido. Pero cuando llegó de nuevo al equipo, mostró que había una coordinación de movimientos entre él y Darío que había que aprovechar”, explicó el técnico. “Mauro se volvió muy importante: nos ayuda mucho en el juego aéreo, nos ayuda a sostener el balón arriba, es un delantero con gol, que sostiene a los defensas, entonces ha sido muy importante para la labor del equipo”, añadió.
“Sabía que el fútbol colombiano es muy reconocido; me llegó la propuesta y me interesó porque sabía de la competitividad y era un desafío para mí”, declaró Guevgeozián en su momento a Futbolred.
Para el resto del año, Bucaramanga perdió a Rodríguez por sanción. Pero en Santander sueñan con una inédita estrella. Y pensar que hace un año estaban en la B.