Nada de lo sucedido estaba en la programación. Lo que pasó en la instalación del pasado congreso cafetero nunca se había presentado: una joven campesina, de 20 años de edad, hija de un pequeño caficultor del Cauca, les reclamó a todos los presentes –incluyendo al presidente Santos y al gerente de la Federación– por la edad.
“¿Cuántos de ustedes tienen menos de 20 años ?... (silencio en el auditorio); ¿cuántos tienen menos de 30 años?... (igual)”.
Así comenzó Angie Pino su discurso ante el auditorio de los delegados cafeteros, en respuesta al relevo generacional que reclama la propia Federación.
Y el llamado de atención fue aún más que fuerte: “Nuestros agricultores se vuelven viejos, no han logrado motivar a la juventud para que tome su legado, ni generan la confianza suficiente para asumir el mismo”.
Así, con esta palabras, más de uno quedó ‘congelado’, incluyendo al presidente Santos, a quien se le notaron los cinco sentidos puestos en Angie Pino, quien refleja menos edad de la que tiene. (Lea también: El plan para asegurar la producción de café)
Pese a que su intervención duró menos de 10 minutos, estos fueron el resultado de no menos de tres años de trabajo con el Comité de Cafeteros del Cauca.
Así, desde los 12 años, Angie trabaja con un grupo de jóvenes rurales que hoy suman 360 personas y que cuentan con el apoyo de una fundación suiza; con esta entidad, a finales de octubre pasado llevaron sus ideales de jóvenes productores rurales a Costa de Marfil (África), donde se desconocen estos temas.
Por su parte, con el comité departamental han recibido el apoyo para organizar un foro regional juvenil, lo mismo que un comité de jóvenes con voz dentro del comité departamental.
La intervención de la semana pasada fue una de las iniciativas que se plantearon en el pasado y cuya oportunidad se dio, casi como ‘golpe de Estado’, con el patrocinio de Deivar Jesús Muñoz, quien fue escogido como presidente de la reunión gremial de la semana pasada.
Uno de los reclamos fue el callejón sin salida en la que se encuentran quienes quieren estar en el campo, pues para participar en el gremio es necesario tener cierta cantidad de área sembrada con café y tierra a su nombre. (También: Producción y exportaciones de café de Colombia vuelven a subir)
Justo los dos requisitos –que no tienen– son parte del patrimonio de sus familias; tampoco les es fácil adquirirlos, pues no cuentan con los recursos financieros para ello, ni tampoco con las garantías que exige el sistema financiero para acceder a créditos y hacer las inversiones en estos activos.
Al final de su intervención, lo que sí logró Angie Pino fue el guiño del presidente Santos para que en el 2017 se realice un congreso de juventudes cafeteras como parte de las celebraciones por los 90 años de la Federación de Cafeteros.
“Soñamos con un campo justo y viable, con garantías para la participación, la producción y mejores condiciones de vida personal y comunitaria, donde la base sean los valores como eje principal para la convivencia. Necesitamos acompañamiento, no nos tomen como un futuro, sino como un presente y que podamos tomar decisiones”, concluyó la joven campesina del Cauca.
Los aplausos de los delegados fueron prolongados.
Petitorio de los jóvenes
* Mayor participación en las decisiones que se tomen en los comités municipal, departamental y nacional.
* Más confianza de las directivas del gremio (en todas sus escalas) hacia la gente joven. “No somos el futuro, somos el presente”, manifestó Angie Pino.
* Apoyo económico; por ejemplo, líneas de crédito agropecuario con garantías para respaldar ese financiamiento.
* Un fondo rotativo para acceder a los créditos, similar a como funcionan en el sector cooperativo. Para alimentar dicho fondo, se busca quién le apueste a esta iniciativa.
* El reconocimiento como sujetos sociales de derechos en los ámbitos social, cultural, económico y político.
* Incentivar a más jóvenes a que formen parte de la actividad cafetera del país.
* Concretar la posibilidad de llevar a cabo el primer congreso de juventudes cafeteras, en el que participen jóvenes de todo el país y sea el escenario en el cual se identifique la problemática del sector y salgan las soluciones a esos planteamientos.
* Una política de la Federación Nacional de Cafeteros a favor de la juventud. “Que se inserte en el ADN del gremio”.
JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ
Redacción Economía y Negocios