Puede ser más un deseo que una realidad, pero las instituciones de la Unión Europea (UE) y los gobiernos del bloque se conjuraron este lunes para asegurar que el rechazo de los italianos al referendo de reforma constitucional y la inminente caída del primer ministro, Matteo Renzi, no suponen otra crisis para la eurozona, a pesar de la reconocida debilidad de la banca transalpina, de la amenaza del partido populista Movimiento 5 Estrellas (M5S) y de la abultada deuda italiana, equivalente al 133 por ciento del PIB.
Renzi aplazó su renuncia para garantizar la aprobación de la ley de presupuestos del 2017, tras una petición del presidente de Italia, Sergio Mattarella, el único con el poder de disolver el Parlamento, convocar elecciones anticipadas y designar a su sucesor.
Bruselas no llorará la caída del premier italiano. Los ministros de Finanzas del euro, reunidos este lunes en Bruselas, dijeron que el resultado del referendo no tiene nada que ver con la UE, sino que es un asunto de política interna.
El presidente del eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dijo que “la situación económica no cambia”; el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, añadió que todo fue “política italiana”, y el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, que “no hay ninguna razón para una crisis de la eurozona”.
Moscovici afirmó que “Italia puede manejar la dimisión del primer ministro Renzi, y la eurozona como bloque puede manejar cualquier clase de shock político”.
Un portavoz de la Comisión Europea dijo que “el referendo en Italia era sobre un cambio constitucional, no sobre la UE”.
A pesar de intentar calmar así a los mercados y descartar una crisis, los ministros decidieron dar margen fiscal a Roma y no exigirle antes de finales de año nuevos ajustes para que su presupuesto del 2017 cumpla con el objetivo fiscal recomendado por la Comisión Europea.
Habrá luna de miel, sobre todo mientras Italia, que lleva 63 gobiernos en 70 años, no logre formar un gobierno estable.
Dijsselbloem, un supuesto socialdemócrata amigo íntimo de los ajustes en el sur de Europa, reconoció que en la situación actual no pueden forzar a los italianos: “Debemos respetar el proceso político y no nos queda otro remedio que esperar”. Las bolsas y el euro mantuvieron este lunes la calma y solo la banca italiana sufrió ligeras caídas.
La eurozona considera que el respaldo del Banco Central Europeo es suficiente para contener la inestabilidad de los mercados y que el problema de Italia se centra en su banca.
Según los números del BCE, la banca italiana acumula un tercio de todos los préstamos dudosos del conjunto de la eurozona, más de 350.000 millones de euros. Italia lleva casi tres lustros sin experimentar un crecimiento económico.
Un resultado previsto
Marco Incerti, del Ceps de Bruselas, explicó a EL TIEMPO que los mercados reaccionaron este lunes con tranquilidad “porque el resultado estaba previsto y no hubo efecto sorpresa”.
Según este analista, “una de las principales prioridades del primer ministro que asuma el cargo será mantener la estabilidad de los bancos”. Y recuerda que el asunto de la banca “tenía que ser enfrentado de todas formas”.
Más allá de las consecuencias económicas, en Bruselas aumenta el miedo desde hace meses al auge de la ultraderecha populista, que intentará adueñarse del no de los italianos a la reforma de Renzi.
La alegría por la derrota del candidato ultraderechista en Austria –que superó el 46 por ciento de los votos– duró poco.
Los dirigentes ultraderechistas más conocidos de Europa aplaudieron el resultado del referendo italiano con su interpretación de que era una victoria del pueblo contra las élites –a pesar de que en Italia pidieron el no incluso un exprimer ministro europeísta y antiguo banquero como Mario Monti–.
Las presidenciales austriacas y el referendo italiano son solo un primer peldaño en la escalera de elecciones de riesgo que Europa tiene en los próximos meses. En marzo hay legislativas en Holanda, donde el ultraderechista Geert Wilders roza la primera posición en los sondeos.
Su victoria es posible, pero difícilmente logrará formar gobierno porque el resto de partidos mantiene el llamado ‘cordón sanitario’ contra su formación.
El plato fuerte y el gran temor europeo llegará en mayo cuando los franceses elijan a su nuevo presidente. Todos los sondeos ponen a la ultraderechista Marine Le Pen en una segunda vuelta.
Se barajan los nombres de los sucesores de Matteo Renzi
Roma (AFP). Ante la futura pero cercana salida del primer ministro Matteo Renzi del gobierno de Italia, la prensa local baraja varios nombres para ocupar la jefatura de gobierno, entre ellos, el ministro de Finanzas, Pier Carlo Padoan, 66 años, quien anuló su participación en el eurogrupo de Bruselas para quedarse en Roma. Igualmente suena el presidente del Senado, el exmagistrado antimafia Pietro Grasso, de 71 años, quien es una figura institucional.
Un nombramiento como esos podría servir para tranquilizar a los mercados, que temen una nueva fase de inestabilidad política en la tercera economía de la zona euro.
Este lunes por la mañana, la Bolsa de Milán abrió a la baja de un 1,29 por ciento, con la mayoría de los bancos en rojo, pero se enderezó rápidamente.
IDAFE MARTÍN PÉREZ / AFP
Bruselas
Para EL TIEMPO