El Gobierno, a través de un documento Conpes, definió este lunes la ruta para evitar que los tramposos sigan quedándose con los subsidios que deben ir a los más pobres del país.
En esencia, se trata de tres medidas de choque: por un lado, habrá más cruces de datos para detectar personas que en realidad perciben más ingresos que los que les reportan a las encuestas del Sisbén. Actualmente el sistema se cruza con dos grandes registros: los de aportes a pensiones y los del régimen contributivo de salud.
En adelante, se cruzarán 24 bases de datos en entidades nacionales que se mueven en todas las áreas. Así se podrán detectar casos como el reciente de una persona que figuraba con el puntaje más bajo del Sisbén porque, entre otras condiciones, había declarado ser analfabeta, pero que simultáneamente estaba postulándose al programa Ser Pilo Paga, que es para bachilleres que aspiran entrar a una universidad. La reforma, además, permitirá realizar verificaciones directamente en los hogares y atender denuncias de los ciudadanos. (Además: Más trampas en la base de datos del Sisbén)
En el país hay unos 36 millones de personas registrados en el Sisbén. Y hay 384.000 casos detectados de registros o fraudulentos o irregulares. Van desde los 161.594 muertos que aparecen activos en el sistema (eventualmente, cobrando algún subsidio) hasta los 135.736 que, a corte de agosto pasado, recibían ingresos de hasta 3,8 millones de pesos y sin embargo solicitaban las ayudas del Estado para los más pobres.
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Desde el año entrante y hasta el 2019 se realizará una nueva encuesta nacional que aplicará la nueva metodología y deberá entregar registros depurados. El año entrante se levantará información de 232 municipios; en el 2018 serán 358 municipios adicionales y los 512 municipios restantes estarán cubiertos en el 2019. Simón Gaviria, director de Planeación Nacional, anunció que entre enero y julio del 2018 no se realizarán encuestas del Sisbén para evitar manipulaciones relacionadas con las elecciones de Congreso y Presidente.
Un cambio clave será la ampliación de la metodología para establecer los puntajes, que mientras más cerca a 0 están dan derecho a mayores beneficios y subsidios. Hoy, un factor fundamental es el referente al del entorno social: barrio, condiciones de la vivienda, estrato. La nueva metodología obligará, por ejemplo, a establecer si el beneficiario está trabajando, algo que hoy no se tiene en cuenta.
“Queremos que haya una verdadera justicia social, que los ciudadanos más pobres sean quienes reciban los subsidios del Gobierno y estos no lleguen a personas que hacen trampa para obtener puntajes bajos. En el Sisbén deberían estar personas que hoy no reciben subsidios por culpa de los colados”, aseguró Gaviria Muñoz.
Castigo a los mentirosos
El Conpes también aprobó un ajuste normativo para castigar a quienes manipulen la información para obtener beneficios, sean beneficiarios o funcionarios públicos con incidencia sobre el sistema. Esto para evitar que, como sucede en la actualidad, las denuncias queden sin castigo. Es lo que ha pasado con 62 anomalías reportadas por los ciudadanos, ninguna de las cuales ha tenido capítulos penales. (Editorial: Es hora de reformar el Sisbén)
En la parte administrativa habrá posibilidad de retirar de inmediato a los tramposos para que dejen de recibir subsidios. Un proceso penal por falsedad en documento público, como mínimo, tendrán que enfrentar los avivatos y los que los ayuden.
Aún revisan si salud debe ser desvinculada del sistema
El Gobierno promoverá la firma de una suerte de pacto de transparencia con los beneficiarios del Sisbén. Así, el Estado está dispuesto a mantener durante algún tiempo los subsidios de quienes reciban un puntaje mayor con la nueva metodología.
La estrategia, llamada Contrato Social, busca que la gente le apueste a decir la verdad. Así, por ejemplo, un joven que hoy sea beneficiario de Ser Pilo Paga conservará la beca durante todo el periodo de estudios incluso si cambia su puntaje.
Uno de los temas más sensibles, la relación del Sisbén con la inclusión en el régimen subsidiado de salud, seguirá bajo análisis.
La propuesta de Planeación es desvincularlos, para estimular la formalización laboral. Esto porque muchas personas que reciben un ingreso más o menos estable prefieren no firmar un contrato (lo que les daría coberturas exigidas por ley) por temor a salir del sistema de salud que paga el Estado. (Lea también: El sistema del Sisbén no señala cómo excluir a alguien que hizo fraude)
Es un temor infundado que, sin embargo, es frecuente.
“La salud es un derecho fundamental y no hay que estar vinculado al Sisbén para recibir ese servicio”, recordó el director de Planeación Nacional.
‘Habrá un sistema más justo’
El director Nacional de Planeación, Simón Gaviria Muñoz, sostuvo este lunes que la nueva metodología que regirá para medir el Sisbén va a garantizar los derechos de las personas más pobres del país.
“Tenemos 35,8 millones de colombianos en el Sisbén y tenemos varias cosas que nos están pasando: hay mucha gente humilde que debería tener un puntaje bajo y no lo tiene, y también tenemos gente próspera que tiene un puntaje bajo y no lo debería tener”.
Gaviria Muñoz sostuvo que con la reforma, el Sisbén va a ser mucho más justo. “En otras palabras habrá consecuencias para aquellos colombianos relativamente prósperos que les quitan espacio y programas sociales a la gente humilde que sí lo necesita”, indicó el funcionario.
Y añadió que “la nueva metodología va a tener en cuenta los ingresos y va a permitir que muchos colombianos que tienen puntaje altos y los deberían tener bajos así lo puedan lograr”, con lo que podrían acceder a los beneficios establecidos en la ley.
Sobre la separación del Sisbén del régimen subsidiado en salud, señaló que el debate es necesario, “el beneficio en salud es muy pequeño y el daño laboral es inmenso”, pues se fomenta la informalidad.
JUSTICIA
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