Con una procesión que comenzó sobre las 10:30 de la mañana, se dio inicio a la ceremonia de ordenación de Monseñor Marco Antonio Merchán en Duitama, la cual partió desde la curia diocesana de la ciudad, hasta la catedral, cuyas puertas se abrieron desde las 9:30 de la mañana.
Unos 250 sacerdotes acompañaron la celebración, entre los que se encontraban integrantes de la diócesis Duitama–Sogamoso, de la arquidiócesis de Tunja y todo el clero de la de Vélez, así como 14 Obispos de diferentes partes del país, autoridades Militares y civiles, familiares y amigos de Monseñor Merchán.
Debido al esquema de seguridad de la Catedral, que contó con lleno total, cerca de 700 feligreses formaron parte de la solemnidad a través de la logística instalada con silletería, carpas y pantallas Led, ubicadas en la plaza Los Libertadores.
“Cerca de tres horas tardó la ordenación, precedida por el Nuncio Apostólico Ettore Balestrero, con permiso del Papa dado a través de decretos pontificios y concelebrada por Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, arzobispo de Tunja y yo”, expresó Monseñor Misael Vacca Ramírez, obispo de la diócesis Duitama–Sogamoso.
Monseñor Misael Vacca agregó que para la iglesia católica estas ordenaciones, en especial ésta, son uno de los renglones más importantes en la fe, y el hecho de contar por primera vez en la ciudad y en la región con un evento de esta magnitud se traduce en gran logro para los feligreses en una bendición.
Y es que es la primera vez que el clero de esta diócesis cuenta con un representante en tan alto ministerio. Monseñor Merchán luego de pertenecer 7 años al Seminario Mayor de Tunja, se desempeñó en diferentes ámbitos como la docencia y el excelente desempeño, consagrado a la comunidad fue uno de los puntos que lo llevó a ser merecedor de este cargo dentro de la iglesia.
“Fue una sorpresa recibir esta noticia, tengo que decir que fue un tema fácil de digerir, la verdad fueron varias noches sin dormir, un momento muy dificil porque no podía contarle a nadie y solo yo sabía la magnitud de la responsabilidad que Dios había encomendado en mi”, dijo Monseñor Merchán.
Tal es el grado de solemnidad de esta ceremonia que las Fuerzas Militares acompañaron su desarrollo y de rodillas la banda del Ejército interpretó los himnos.
“La ordenación consta entre otros puntos, de la entrega de insignias que son: el Báculo, signo del pastoreo, un buen pastor que guía a sus ovejas; el anillo que significa el esponsalismo, la fidelidad y entrega por la diócesis; el Pectoral, un cristo en el pecho que representa el ministerio episcopal unido a nuestro señor y la Mitra, signo de la santidad”, explicó el obispo de la Diócesis.
El discurso del ahora obispo de Vélez, Santander, fue emotivo y enfocado en dar gracias, entre otras cosas a sus amigos que lo acompañaron desde diferentes regiones del país, a su padre y también a su hermano que estuvo con él.