Los recientes resultados que en las urnas les han dado buenos resultados a políticos populistas, o quienes impulsan políticas contra el establecimiento, le están abriendo un nuevo espacio a tendencias que hasta hace pocos años eran rechazadas o que tenían poca acogida.
Espejos como los resultados en algunos países como España con el avance de Podemos, el triunfo de los euroescépticos en el Reino Unido, tendencias de extrema derecha en países como Hungría o la izquierda en Grecia, constatan que la gente se está viendo atraída por un discurso alejado de las políticas tradicionales y bipartidistas en el viejo continente. Lea: Renuncia el primer ministro de Italia tras referendo
Los populistas europeos se sienten con el viento a favor después de la derrota del jefe del gobierno italiano Matteo Renzi y el resultado histórico logrado por la extrema derecha en las elecciones presidenciales austríacas.
Aunque el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) no consiguió el domingo la presidencia del país, que ganó el ecologista Alexander Van der Bellen, sí obtuvo un 46,7% de los votos, según las proyecciones, el mejor resultado jamás registrado por un partido de extrema derecha en Austria desde la guerra.
Por ello, los dirigentes de esta formación se reservan sus ambiciones para las próximas elecciones legislativas en
Austria, previstas como muy tarde en 2018. Éste es también el objetivo del Movimiento 5 estrellas (M5S) y de la Liga Norte en Italia, que esperan poder sacar provecho del fracaso del referéndum constitucional.
Sus líderes reclamaron la disolución del Parlamento italiano tras la dimisión del primer ministro, Matteo Renzi. En Holanda, el líder de extrema derecha Geert Wilders, que lidera los sondeos de las próximas legislativas, en marzo, felicitó en Twitter a los ciudadanos italianos y al responsable de la Liga Norte, Matteo Salvini. "Vamos a ganar (en las legislativas) el 15 de marzo. Pondremos las cosas en orden", pronosticó, en relación a su formación, el Partido de la Libertad (PVV).
"Los italianos desaprobaron a la UE y a Renzi", tuiteó por su parte Marine Le Pen, la líder del partido de extrema derecha francés Frente Nacional que, según los sondeos, estará presente en la segunda vuelta de la elección presidencial francesa en mayo.
Por otro lado, el jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier, reconoció el lunes que el resultado de la consulta en Italia "no es un mensaje positivo para Europa, en tiempos difíciles".
Steinmeier mostró al mismo tiempo satisfacción por la victoria del ecologista pro-europeo Alexander Van der Bellen en Austria, frente al candidato del FPÖ Norbert Hofer, "un buen presagio", dijo.
Objetivo: las legislativas
Hofer, de 45 años, consiguió 46,7% de los votos, tres puntos menos que en la votación del 22 de mayo, donde obtuvo 49,7% de los sufragios.
Esta votación fue sin embargo anulada por irregularidades en el proceso. "Los que votaron por el FPÖ seguro que harán lo mismo la próxima vez", predijo la dirigente del partido populista alemán AfD, Frauke Petry. "íLas próximas legislativas serán las de la victoria!", estimó también Marine Le Pen.
Hofer confirmó que estos próximos comicios, en los que FPÖ lidera los sondeos, son su próximo objetivo, junto al responsable del partido, Heinz-Christian Strache. "í2017 será el año del Partido de la Libertad! Llegó nuestra hora", escribió el lunes Strache en su cuenta Facebook.
Para el politólogo austriaco Anton Pelinka, que cree que las elecciones anticipadas se celebrarán en 2017, el FPÖ "tiene bastantes posibilidades de obtener una mayoría relativa en el Parlamento", e incluso de "encontrar un socio de coalición" con una de las formaciones tradicionales.
Pero, para Carsten Nickels, analista de Tenoe en Bruselas, los partidos populistas se enfrentan "a grandes dificultades" cuando llegan al poder, como por ejemplo el Brexit y el partido de los Verdaderos Finlandeses. "La contradicción fundamental a la que se confrontan estos movimientos es que sus promesas son imposibles de cumplir en la economía mundial" actual, estima.
Europa, a la espera
La Comisión Europea (CE) respiró aliviada tras la victoria europeísta en las elecciones presidenciales austríacas del domingo, al tiempo que consideró un asunto interno la victoria del "no" en el referéndum italiano, que provocó la dimisión del primer ministro, Matteo Renzi.
"El referéndum en Italia era sobre un cambio en la Constitución italiana, no sobre Europa" declaró el portavoz jefe de la CE, Margaritis Schinas, que trasladó a los partidos e instituciones transalpinas la responsabilidad de ofrecer "respuestas políticas convincentes" sin alejarse de una "oleada de reformas" que "debe continuar".
La victoria del "no", con el 59,11 % de los votos frente al 40,89 % del "sí", añade incertidumbre a la tercera economía de la zona euro, un país acostumbrado a gobiernos de corta duración -63 en los últimos 70 años- que atraviesa actualmente un momento de inestabilidad financiera y tímido crecimiento económico. Italia cerrará este año con un avance del 0,8 % del PIB, según la última estimación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y registrará en 2017 un incremento del 0,9 %, en base a los pronósticos de la Comisión Europea.
El conciso mensaje del Ejecutivo comunitario se alinea con el del resto de instituciones de la Unión Europea (UE) y Estados miembros de la UE, como los ministros de Finanzas de la zona euro congregados hoy en Bruselas en una reunión del Eurogrupo.
El titular francés, Michael Sapin, subrayó que la consulta italiana no versaba "sobre Europa, sobre la política europea o sobre el lugar de Italia en Europa". "Italia es un país profundamente europeo, muy ligado a la construcción europea. Es un país sólido", declaró el ministro francés, que también intentó separar de la percepción de los italianos de la UE el voto que ha acabado con la renuncia de Renzi, tras un Gobierno de 1.017 días.
Igual de contundente se mostró el responsable de las Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, quien aseguró que "no hay ninguna razón para hablar de una crisis del euro" tras la votación en Italia y marcó la senda de trabajo del futuro jefe del Gobierno italiano. "Italia debe continuar política y económicamente el camino recorrido consecuentemente en los últimos tres años por el primer ministro Renzi", resumió Schäuble.
El sólido rechazo a la reforma constitucional propuesta por Renzi en el referéndum del domingo (40,89 % frente al 59,11 %) ha llevado al primer ministro a presentar su dimisión, como había prometido en campaña, lo que añade inestabilidad a un exigente período electoral para la Unión Europea, que con comicios en Holanda (marzo), Francia (abril y mayo) y Alemania (entre agosto y octubre).
Debate necesario
"Hay un espacio público europeo emergente que lleva a los europeos a seguir de cerca los procesos electorales democráticos en todos los Estados miembros. Esto es bueno para Europa y es bueno que Europa sea parte de estos debates", señaló Schinas respecto a que cada vez se analicen las elecciones nacionales en clave más europea.
En ese sentido, el órgano de comunicación de la Comisión Europea se mostró más locuaz al analizar el voto austríaco que, ofreció una victoria clara si se interpreta en clave europea tras unos meses de sobresaltos desde la decisión del pueblo británico de abandonar la UE en el referéndum del "brexit" en junio hasta la victoria de Donald Trump en la carrera a la Casa Blanca en noviembre.
"Europa ha sido central en la campaña para la elección del presidente (austríaco) y el resultado final habla por sí solo", añadió el portavoz comunitario sobre unos comicios en los que el progresista y ecologista Alexander Van der Bellen se impuso con un 53 % a la baza eurocrítica y ultraderechsita de Norbert Hofer (46%).
Redacción Internacional con AFP y EFE