Una llamada telefónica a un familiar fue la pista que permitió a la Policía rastrear y ubicar a Jhonyer Alexánder López Giraldo, quien se convirtió en uno de los hombres más buscados del país en los últimos 14 días.
Su rostro circuló en todas las redes sociales, debido a una creciente indignación ciudadana, que clamaba a las autoridades la pronta ubicación del asesino.
En el impresionante video, uno de los más compartidos, se observa cuando un hombre que vestía camiseta negra y una pantaloneta gris le dispara a un usuario del Megabús para arrebatarle una maleta. El mismo video muestra cuando el fletero ingresa a la estación y se dirige hacia su víctima.
Ocurrió a las 5:40 de la tarde, el sábado 19 de noviembre, hora en la que en el vagón solo estaba la víctima esperando la llegada del articulado que lo aproximaría a su empresa.
Luis Estivenson Muñoz Cano, de 30 años, el día que fue baleado llevaba puesto el uniforme de overol azul y camisa de colores azul y rojo, de las que usan los empleados de una embotelladora de gaseosas.
Los móviles, según las autoridades, fueron los 6 millones de pesos producto de la venta del punto de gaseosas que Muñoz administraba.
Esa era su rutina de todas las tardes, con total discreción ocultaba en su maleta el dinero y lo llevaba a la fábrica. Su práctica, se creía, no era de público conocimiento. Ese detalle hace parte de la investigación, es decir, cómo se enteró el fletero que Muñoz llevaba la gruesa suma de dinero.
Así ubicaron al asesino
La Policía primero situó, a través de señal captada por las celdas de la telefonía celular, el sitio desde donde López Giraldo llamó a una mujer a decirle que se encontraba bien y “que no se preocuparan por él”. Se pudo establecer que se encontraba en el segundo piso de una vivienda del barrio Villa Estrella de la capital de Bolívar.
Lo ubicaron en un apartamento que había arrendado hacía cuatro días.
Una de las sorpresas que se llevaron los uniformados fue que el hombre que buscaban se había hechos cambios físicos para eludir a las autoridades.
Una fuente cercana a la investigación le confirmó a EL TIEMPO que López Giraldo se había rapado y usaba lentes.
La investigación pudo establecer que López huyó de Pereira a bordo de un bus de servicio interdepartamental apenas se percató de que su cara había quedado grabada en un video.
El detenido fue trasladado en un avión de la Policía hasta Pereira.
JUSTICIA