Este fin de semana, Cali fue escenario de uno de los actos de perdón más simbólicos de las Farc a sus víctimas. La guerrilla mostró su arrepentimiento, cara a cara, a las familias de los 11 diputados del Valle del Cauca, secuestrados en el 2002 y asesinados cinco años después.
Ángela Giraldo, hermana de Francisco, muerto a manos de las Farc, le contó a EL TIEMPO la importancia del acto celebrado el sábado en la iglesia San Francisco.
¿Qué efectos tiene el perdón expresado por las Farc en cabeza de ‘Pablo Catatumbo’?
Este acto temprano de reconocimiento de responsabilidades le sirve a la guerrilla a entender todo el dolor que ocasionó. La dinámica de la guerra enceguece a los combatientes. Actos como este los hace volver a la realidad para darse cuenta de que esas personas que mataron tenían historias, sueños, familias.
Y a ustedes, a las familias, ¿qué les cambia?
Nos sirve para entender que los guerrilleros son personas, siempre los hemos visto como demonios. De alguna manera, en estos actos tomamos conciencia de que estos señores se equivocaron y cometieron errores irreparables.
¿Y para qué?
Es importante porque entendemos que se les puede dar otra oportunidad. No es solo por nosotros sino por el país. Perdonando ponemos nuestro granito de arena en el intento de darle un giro a la historia de Colombia y sacarlo del círculo vicioso del odio, el rencor, la venganza y la muerte, para construir páginas de perdón, reconciliación y paz.
Pero, el perdón no cambia lo que ocurrió...
Así es. El perdón no cambia el pasado, uno no olvida, el dolor sigue ahí, pero perdonando se puede ayudar a transformar el futuro, para que otros no vivan lo que nos tocó a nosotros.
Pasadas las horas, ¿cómo se sienten ustedes?
No puedo generalizar, pero por lo que me han expresado y lo que siento en mi corazón es que después de esto, uno se siente libre. Uno se carga de muchas tristezas, de sentimientos de rabia, y eso hay que ponerlo a un lado.
¿Les dijeron ustedes esto a las Farc?
Claro. Fue muy duro decirle a la persona que te hizo tanto daño todo ese cúmulo de frustraciones y de rabia. ¡Nos liberamos!
¿Y ustedes cómo los vieron a ellos?
Realmente nos transmitieron la sensación de arrepentimiento. Nos pareció que ‘Pablo Catatumbo’ era honesto cuando se inclinó y nos dijo que eso nunca debió haber ocurrido.
¿Y ahora qué?
Este es el primer paso hacia la reparación de las víctimas; sigue el esclarecimiento de la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición para que nunca nadie más en el país vuelva a sentir un dolor tan grande.
De Bojayá a La Chinita
El Gobierno valora los gestos de las Farc
En medio siglo de existencia, la guerrilla de las Farc se constituyó en uno de los principales generadores de violencia en el país. No hay un solo departamento que se haya librado de su accionar.
El presidente Juan Manuel Santos ha sostenido que ahí radica la importancia del proceso de paz: quitar del escenario a una organización con semejante historial.
Ahora la guerrilla pide perdón. Además del de Cali, Valle, ha habido actos públicos en Bojayá, Chocó, y La Chinita, Antioquia. “Si eso no es una muestra de paz, yo francamente no sé qué”, dijo el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, al valorar estos gestos en vísperas de su desmovilización.
EL TIEMPO