¿Qué razón grande tuvo Invías para terminar el contrato con la UT Segundo Centenario que construía el túnel de La Línea?
El contratista pidió la prórroga sustentado en cuatro temas. Primero argumentó que los desembolsos se habían hecho posteriores al cronograma que le impidieron cumplir metas y terminar las obras el 30 de noviembre. Precisamente para subsanar esa situación, se le había ajustado el cronograma varias veces durante los 20 meses y se movieron las metas hasta llegar al 30 de noviembre. El segundo tema que planteó fue que el paro camionero lo afectó. Ningún contrato se ha prorrogado por esa razón y no iba a ser la excepción.
El contratista alegaba que tuvo que asumir mayores fallas en el túnel, problemas geológicos…
Ese fue un tercer tema. Dijo que había tenido que asumir mayores longitudes de túneles y viaductos que lo habían afectado. Lo rechazamos porque esa fue la base para que se le prorrogara el contrato por 20 meses más. Adujo también que tenía mayores longitudes de falla. La interventoría reconoció que después del acuerdo conciliatorio aparecieron 260 metros de falla. Podría ser el único argumento para determinar la prórroga, pero veíamos que las obras no terminarían en los 7 meses que pidió.
(También: Obras del túnel de La Línea no estarían listas ni en un año)
¿Qué tiempo calculaban?
Teníamos la certeza que el contratista no terminaba ni en un año, por la evidencia. Si en 20 meses había pasado del 70 % de avance al 88 %, quiere decir que había hecho casi un punto por mes en ese tiempo. Para el 12 % restante de la obra necesitaría un plazo muy superior a los 12 meses. Aparte de eso este es un contrato a precio global fijo. Con los valores conciliados para pagos el contratista solo iba a disponer de unos 35.000 millones de pesos para terminar obras que valen más.
Volviendo al tema de los embargos ¿a cuánto ascienden?
El tema más relevante del contrato eran los riesgos en los que estábamos con el contrato, porque estaba sometido a procesos de embargo y que iban a seguir. En 20 meses los embargos llegaron por 15.143 millones de pesos, interpuestos por la Alcaldía de Cajamarca, la Corporación Autónoma Regional del Quindío, la Dian y proveedores. Se pagaron porque era la obligación. Las compensaciones a la Dian eran de 7.500 millones de pesos y habíamos pagado 6.083 millones. Además tiene multas en primera instancia, de 3.640 millones por incumplimiento en las notas de campo, y de 13.674 millones, por incumplimiento en obligaciones ambientales.
Este es un contrato de 629.000 millones. ¿Cuánto le alcanzaron a pagar al contratista?
El contrato fue presupuestado por 703.000 millones de pesos y el presentó la oferta por 629.053 millones, un 11,7 por ciento menos. Nosotros por el acuerdo conciliatorio le quitamos el costo de la etapa de operación (de 24 meses) por 16.921 millones y el contrato quedó costando 612.132 millones de pesos. Al contratista se le han pagado 974.300 millones, por valores conciliados en el tribunal de arbitramento, por mayores longitudes de puentes y túneles por ola invernal, riesgo geológico y otros reconocimientos.
¿Entonces no le deben plata al contratista?
Nada al día de hoy, solo la factura que presente correspondiente a noviembre.
¿Qué proceso sigue ahora con el contratista?
Se procederá a la firma del acta de entrega y recibo definitivo de la obra. Luego se hace el balance del cumplimiento de las obligaciones del contratista en relación con Invías y después se debe liquidar el contrato. Con el incumplimiento en las obras hacemos la tasación de los perjuicios y se tendrá que hacer efectiva la póliza del cumplimiento que es el 10 por ciento del valor del contrato, que son los 61.000 millones. Si los perjuicios son mayores tendríamos que adelantar un proceso sancionatorio.
¿Y si no firma el acta?
Creemos que va a firmar. Si no lo hace tendríamos que irnos a una liquidación de manera unilateral, como hizo la Agencia Nacional de Infraestructura con la concesión de la vía Bogotá-Girardot.
Abren la licitación por 200.000 millones. ¿Esa plata sí alcanza para terminar las obras?
El lunes abrimos la licitación para que se ejecute el 12 por ciento de las obras faltantes y estimamos que ese es el valor. Esperamos que el contrato esté adjudicado en marzo del 2017.
¿Cómo queda el plazo para terminar las obras?
El proyecto es integral y cubre cuatro contratos más, que son las obras anexas que terminan en diciembre del 2016. El túnel piloto termina en septiembre del 2017; los intercambiadores de Versalles concluyen en mayo del 2018. El túnel principal tiene la meta de seis meses. Los viaductos y túneles y demás obras deben terminarse en 10 meses. Y la implementación de los equipos electromecánicos debe estar en junio del 2018. El nuevo contrato que se va a suscribir va a armonizar en el tiempo con estas obras, porque tendrá una duración de 10 meses.
¿Cree que los tiempos dan para terminar el túnel en el 2018?
Claro, es que el problema que tenía el proyecto era del contratista que no tenía recursos para avanzar, no de la complejidad de la obra. Nosotros seguimos comprometidos a entregar el túnel a finales del primer semestre del 2018. En junio del 2018. Esperamos inaugurar la obra antes de que termine el gobierno del presidente Santos.
EL TIEMPO