En marzo pasado, Óscar Vásquez Morales acaparó la atención nacional porque fue necesario todo un operativo por parte del Cuerpo de Bomberos para poderlo sacar de su habitación, en una humilde vivienda del sur de Palmira, y llevarlo hacia una clínica de Cali donde le harían un chequeo médico que buscaba mejorar su condición de salud. Pesaba 400 kilos.
A las 10:40 de esta mañana los Bomberos de Palmira recibieron la llamada de auxilio. Cuando llegaron se encontraba en paro cardio-respiratorio y aunque trataron de reanimarlo no se pudo recuperar. Lo llevaron hasta la Clínica Palmira donde murió.
Padecía de una obesidad mórbida que le impedía moverse por sí solo. Para su cita médica de marzo pasado, en Cali, se requirió de una ambulancia, un carro de bomberos y 20 miembros de esta institución quienes, con carpa, improvisaron una camilla.
A los 17 años ya pesaba 120 kilos y hace dos años había ganado 350 kilos, aunque todavía podía moverse ayudado por un caminador.
Según contaba, la depresión por la muerte de su mamá lo llevó a ser un consumidor compulsivo de comidas rápidas y carbohidratos. Él estaba con su madre en la plaza de mercado cuando la señora falleció, hecho que lo marcó de por vida.
En mayo pasado le implantaron un balón gástrico, cirugía de la que salió bien librado, pero primero tuvo que perder 25 kilos, apoyado por la Fundación Gorditos de Corazón. Luego, tenía prevista una manga gástrica, un bypass gástrico y la cirugía reconstructiva de piel.
Óscar Vásquez Morales era considerado como el hombre más obeso de Colombia.
CALI