No han llegado las fechas de picos históricos en víctimas de quemaduras por uso indebido de pólvora y, sin embargo, Caldas, Quindío y Risaralda registran ya sus primeros lesionados.
Casi tres meses se adelantó la administración de Manizales y, desde los primeros días de septiembre, empezó su campaña en contra del uso indebido de explosivos en las celebraciones decembrinas, pero en dos días lleva ya su primer caso, que dañó a una niña de 13 años.
Otro se presentó hace una semana en el barrio La Enea. Un adolescente de 14 años se quemó por manipular pirotecnia. Por fortuna, aunque la afectación fue de segundo grado, involucró solo el cinco por ciento de uno de sus dedos, por lo que la atención de su caso fue ambulatoria.
Él no entra en las estadísticas porque el suceso fue en noviembre, a pesar de que buscó atención médica apenas ayer. No obstante, fue quien prendió las primeras alarmas entre medios y autoridades.
En la temporada de 2015, Caldas tuvo un repunte en el número de víctimas frente a años anteriores. Fueron 37 casos –14 de ellos, en Manizales–, dos más que en diciembre de 2014.
Esa fue una de las razones para que las autoridades locales ‘madrugaran’ a hacer campaña de concienciación. ‘Por Manizales, no quemo pólvora’ es el eslogan que ha utilizado la Alcaldía en jornadas con estudiantes de colegios públicos y habitantes de diferentes barrios.
El secretario de Gobierno, John Heberth Zamora, se comprometió a intensificar esas labores, con ayuda de la Policía Metropolitana de la ciudad. De hecho, el jueves visitaron la comuna Ciudadela del Norte con ese fin.
El alcalde Octavio Cardona León reclamó más responsabilidad a los padres de familia por medio de un video en redes sociales, luego de conocer el primer caso. “Su hijo no se quema por que él quiera. En muchas ocasiones, es porque usted no lo cuida”, señaló el mandatario.
A esto se ha sumado que la administración también ha hecho uso de un argumento adicional contra la pirotecnia: los animales. Incluso organizó una marcha para protestar en defensa de las mascotas que sufren estrés por cuenta de las explosiones de pólvora.
Por otro lado, una joven de 23 años resultó herida en un ojo cuando le cayó una chispa de un ‘tote’ ajeno, mientras colgaba ropa en el patio de su casa en Supía, Caldas.
“Estadísticamente, no se quema la gente que manipula la pólvora, sino la que está cerca. Eso es lo incontrolable y lo peligroso”, enfatizó el director de la Territorial de Salud, Gerson Bermont, y criticó que la Alcaldía de La Dorada sea la única del departamento que haya autorizado la venta de pirotecnia este año, después de haber logrado cero quemados en 2015.
Pese a los controles que han realizado las autoridades en Armenia, en la ciudad ya se registran cinco casos de personas quemadas con pólvora. De estas, tres son menores de edad. El hecho más reciente se presentó en la madrugada del 1 de diciembre, durante la alborada.
Según el secretario de Salud de Armenia, Fernando Vivas Grisales, pese a la utilización de pólvora ese día, solo este niño resultó lesionado. “El menor, de 9 años, en el barrio Simón Bolívar, que sufrió quemadura de primer y segundo grado en miembro superior derecho, (fue) sin gravedad pero se dio”.
Con este caso se completan cinco. Vivas explicó que los incidentes con niños u adolescentes quemados con pólvora fueron reportados al Instituto de Bienestar Familiar y demás autoridades competentes para la debida investigación, dado que la responsabilidad en estos casos recae sobre los padres de familia.
En Risaralda, van dos casos más este año, aunque también se presentaron en noviembre. Uno fue durante las fiestas de Guática y el otro sucedió en Apía.
EJE CAFETERO