Phil Collins fue uno de los más grandes artistas de los años 80. El británico adelantó hábilmente y en paralelo, un rol como vocalista de Genesis y una exitosa carrera como solista. Inolvidable inicio fue el álbum Face Value, de 1981, que incluyó In The Air Tonight, rompiendo los esquemas de la balada pop, con golpes de batería espaciados y fuertes distorsiones de guitarra en una atmósfera mágica.
O I Missed Again, que incluyendo la sección de vientos de la Earth, Wind & Fire, estableció una marca registrada en sus canciones rítmicas, dándoles un aire de rhythm & blues excepcional.
Hello, I Must Be Going, de 1982, fue intrascendente a pesar de I Don't Care Anymore, una de mis favoritas, y luego No Jacket Required, en 1983, que de alguna manera definió estándares sonoros del pop de esa década, especialmente en el manejo de la percusión e incluyendo canciones joyas como Sussudio, Don't Lose My Number y la balada One More Night.
En 1989, hizo …But Seriously, ajustando la fórmula musical del anterior, y que le brindó su mejor momento gracias a temas como Something Happened On The Way To Heaven, I Wish It Would Rain Down y las baladas Do You Remember? y Another Day In Paradise.
No menciono por demás todo lo que logró en esa época con Genesis.
En adelante, con Both Sides (1992), Dance Into The Light (1996) y Testify (2002), Phil Collins fue un intento de ser lo que era, cuando su mayor interés parecía ser su trabajo para Disney, que inició con la banda sonora de la película animada Tarzán. Pero también estuvo la sordera que le afectó un oído y los problemas articulares que lo llevaron a anunciar su retiro definitivo en marzo de 2011, luego de publicar Going Back, álbum homenaje a la música de Motown.
Hizo lo más difícil: retirarse. Ahora intenta algo más complejo: regresar. Ha estado en programas de televisión, con algunas presentaciones en eventos especiales y anunciando shows para junio de 2017. Tiene una gran banda de respaldo, pero con lo poco visto, este Phil Collins sólo inspira una nostalgia perdida. Respetuosamente creo que, aunque está en su derecho, no debió hacerlo.
DANIEL CASAS
Periodista cultural