Bruno es un perro que fue abandonado hace dos años por sus amos en una esquina del Park Way, en la localidad de Teusaquillo.
Cuando el canino llegó al barrio La Soledad, no todos estaban a favor de dejar al perro en el sector, así que le buscaron casas de adopción, pero el animal siempre regresaba al CAI del parque.
En una oportunidad, un habitante del sector puso una queja porque Bruno le ladró y ahí comenzó una lucha porque unos querían desalojar al perro que nunca ha atacado a nadie, pero que en realidad es gruñón por su edad avanzada, según lo han señalado residentes de la zona. (Lea también: La 'viejita' que hoy respira tranquilidad)
Después de que se hicieron reuniones de vecinos, se hicieron juntas y se intentó, incluso, que algunos vecinos lo llevaran a su casa, el canino siempre se escapaba para permanecer en el parque del barrio.
Conmovidos por la historia y la perseverancia de Bruno, un grupo de personas del Park Way decidió hacer presión. Organizaron protestas para evitar que lo llevaran al Centro de Zoonosis e incluso dos vecinas del mismo barrio decidieron ofrecerse para cuidarlo.
Hoy Bruno tiene su propia ‘villa’ vecina del CAI. Pasa sus días acompañando a los policías de este punto a sus recorridos. Los espera afuera de los bancos, de las panaderías, de los establecimientos mientras ellos hacen sus rondas.
Estella Avella y otra vecina van diariamente y lo alimentan. Lo llevan a los controles del veterinario; de vez en cuando lo pasean y terminan en la peluquería, así es como han cumplido con su palabra y su compromiso de ver por la nueva mascota del barrio. (También: La larga historia de amistad entre el hombre y el perro)
Ahora Bruno no tiene un amo, él pertenece a la comunidad, como lo dice en la parte externa de su casa “Este perro es de la comunidad. Cualquier inquietud comunicarse a los números…”.
En este mismo parque, dos años atrás, la comunidad también protestó por los envenenamientos que se estaban presentando con las mascotas de los residentes. Esto llevó a que los propietarios de los dueños fijarán avisos sobre los árboles, en mayo del 2014, para alertar sobre la situación. Es más, se realizó un plantón para rechazar que personas inescrupulosas continuaran matando a los caninos.
Una de las víctimas fue Latica, una cachorra criolla, quien pereció a causa de un envenenamiento.
Desde entonces no se han conocido nuevos casos.
Jornada de adopción
El Distrito realiza este sábado la última jornada de adopción de perros y gatos de este año, en el Centro de Zoonosis (carrera 106A n.° 67-02), barrio El Muelle, en la localidad de Engativá. También habrá talleres de bienestar y protección animal. Será de 10 de la mañana a 4 de la tarde. Las mascotas que se adopten recibirán 15 días de atención veterinaria gratuita. Solo debe presentarse en el centro con su cédula de ciudadanía, llevar un collar para los perros o un guacal para los gatos, y firmar un documento de compromiso. (También: Conozca las dietas ideales para las mascotas cuando llegan a la vejez)
PAOLA CELIS
Periodista de ‘Citynoticias’