El premio Nacional de Paz, en su edición 2016, le fue otorgado a la mesa de diálogo de La Habana, tras cerca de 6 años de esfuerzos para terminar el conflicto más largo del hemisferio occidental.
La comunidad de Bojayá obtuvo mención especial y el historiador Gonzalo Sánchez, el premio de Liderazgo por la Paz. La ceremonia de entrega se realizó este jueves en el Museo Nacional, en Bogotá.
Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno, destacó el carácter democrático del equipo que dirigió y el rol de las mujeres durante las negociaciones. "Hubo sacrificios personales, pero es mayor la satisfacción del resultado obtenido. Hay alegría por la etapa que termina, pero la que sigue es aún más difícil", dijo en la ceremonia de entrega del reconocimiento.
"¿Vale la pena que nos sigamos matando por el tema de la cárcel para las Farc y el punto de víctimas? Francamente no. Tenemos que doblar esta hoja histórica", se refirió así De la Calle a los temas del acuerdo que aún critican los voceros del 'No'.
Frente a la oleada de muertes de líderes sociales dijo: "Hay que parar eso. Todas las fuerzas en los territorios deben evitar las masacres que arruinarían el proceso de paz para nuestros hijos y nuestros nietos".
En representación de la delegación del Gobierno asistieron además el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, la abogada Mónica Cifuentes, Elena Ambrosi y Marcela Durán. Por parte de las Farc, estuvieron Iván Márquez, jefe negociador de la guerrilla; Jesús Santrich, Victoria Sandino, Marco Calarcá, Sandra Ramírez, Joaquín Gómez y Pastor Alape, quienes llegaron con media hora de retraso al evento.
"Hay que dejar la mezquindad y la indiferencia. El acuerdo final de paz es apenas una puerta de entrada al cambio que claman las mayorías. Las partes convocan a las fuerzas vivas del país a concretar un acuerdo político nacional para atender los retos que la paz demande", dijo Márquez, tras recibir el premio.
El jefe negociador de la guerrilla destacó que sin la paz, no se pueden realizar los demás derechos. "En tanto derecho síntesis, no se consulta", añadió. También reiteró que lo acordado tiene carácter de acuerdo especial y que los que se oponen lo hacen porque no quieren que se sepa la verdad del conflicto armado.
Tras la refrendación del acuerdo esta semana en el Congreso, afirmó que se debe impulsar la implementación. Y como lo hicieron conocer en un comunicado conjunto, Márquez dijo sin vacilar que el día D comenzó este jueves.
Márquez también pidió que se ponga en marcha el proyecto de ley de amnistía y el indulto, y señaló que ya empezó a correr el cronograma para el traslado de la tropa guerrillera a los puntos de concentración y así dar vía libre a su proceso de reincorporación en ellos.
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Soraya Bayuelo, del colectivo de comunicaciones de los Montes de María y Premio Nacional de Paz 2003, y el profesor Gustavo Moncayo, también galardonado con ese premio en el 2007, entregaron el reconocimiento a las delegaciones. En el auditorio del museo se volvió a escuchar el "Sí se pudo".
El premio otorgado a las delegaciones de paz del Gobierno y de las Farc se da “en reconocimiento a una negociación innovadora y centrada en las víctimas", destacó la presidente del jurado, Socorro Ramírez.
Para los otorgantes se trató de unas conversaciones serias y comprometidas, orientadas por el propósito nacional de alcanzar la paz, no exentas de críticas injustas y con muchos sacrificios personales. "Le han cumplido al país, nos devuelven los germenes de una nueva patria", resaltó Ramírez, quien también hizo un llamado a consolidar el cese del fuego.
El jurado estuvo compuesto por Jorge Orlando Melo, el sacerdote Darío Echeverri, Juan Luis Mejía, el padre Francisco de Roux, Socorro Ramírez, Manuel José Bonnett (General retirado), Sylvia Escovar, la presidente de la Cámara de Comercio Mónica de Greiff y el periodista Juan Gossain.
Al otorgar el premio, el jurado señaló que: “a pesar de las dificultades que atravesaron a lo largo del proceso y de las tensiones propias de este tipo de negociaciones, en ambas delegaciones un sinnúmero de personas, algunas de ellas incluso desconocidas, hombres y mujeres, aportaron a la construcción de cada uno de los puntos del acuerdo que hoy hace posible pensar en una nueva Colombia, donde la violencia ceda el paso a la tolerancia y a la paz”.
Reconocimiento a la tenacidad
Por su parte, las víctimas de Bojayá, población chocoana que sufrió una masacre en el 2002, obtuvieron una mención especial. En ese entonces, luego de que la guerrilla lanzara un cilindro de gas en una iglesia, murieron 79 personas.
“Las acciones de la comunidad de Bojayá son ejemplo de la inmensa generosidad de las víctimas, quienes a pesar de su profundo dolor han perdonado, y a través de ese acto magnánimo, han hecho posible emprender el camino hacia la reconciliación”, destacó el jurado.
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Leyner Palacios, representante de esa comunidad, le dijo a EL TIEMPO tras recibir la distinción que "es un gran reconocimiento por la reconciliación que necesitamos los colombianos, estamos muy contentos. También recibimos con mucha alegría la refrendación del acuerdo. Para nosotros viene la posibilidad de disfrutar de nuestras tierras y participar en la democracia, que las víctimas se reparen y que, como garantía de no repetición, las Farc dejen las armas".
Martín Santiago, representante de Naciones Unidas, entregó la condecoración a tres representantes de esa comunidad y el auditorio se puso de pie.
"Después de sufrir tanto nos levantamos para pensar un futuro para nuestros hijos y para Colombia. Nuestro esfuerzo no es sólo para los bojayaseños, sino para enviar un mensaje al país. Tenemos historias de mucho dolor y tristeza: desapariciones, bombardeos, no queremos que otros vivan esa tragedia. Podemos caminar por el sendero de la reconciliación", dijo Palacios.
En diciembre pasado, las Farc reconocieron su responsabilidad en la masacre y pidieron perdón. "Ustedes no saben cómo le cambia la vida a una víctima, cuando su victimario le pide perdón", añadió Palacios.
Liderazgo por la Paz
Mientras que el premio de Liderazgo por la Paz le fue otorgado a Gonzalo Sánchez, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, “por su compromiso investigativo que ha constituido un aporte invaluable al estudio de la violencia en Colombia, resaltando la memoria como un componente fundamental para la reparación de las víctimas y la reconciliación”.
Sánchez le dijo a este diario que "el premio es un mensaje de apoyo al proceso de paz, a quienes hicieron parte, y a los más interesados: las víctimas. El país no ha correspondido al esfuerzo y a la mano tendida que han tenido". El académico recibió el galardón de las manos de Roberto Pombo, el director de EL TIEMPO, una de las instituciones otorgantes.
El director del Memoria Histórica afirmó que esa institución ya se está preparando para lo que viene en la implementación del nuevo acuerdo de paz. "Vamos a articular el trabajo con la Comisión de la Verdad, tenemos trabajo en archivos de derechos humanos y tenemos el compromiso mayúsculo, un poco embolatado por razones de presupuesto, del Museo Nacional de la Memoria", dijo.
En su discurso, Sánchez dijo que “cada vez es más certera la esperanza de paz” y añadió que recibe la distinción “convencido de que el ejerció público de hacer memoria es una herramienta de construcción de paz. Se trata de hacer memoria para hacer la invención del futuro. Es una aliada de la paz y no una herramienta de resentimiento o venganza".
El premio Nacional de Paz es un reconocimiento que se entrega desde 1999 a los esfuerzos y compromisos en la construcción de paz. Individuos, organizaciones, empresas, instituciones y organizaciones sociales han sido acreedores del galardón.
El brigadier general de Infantería de Marina (r) Rafael Alfredo Colón, por su labor realizada como director de la Acción Integral contra Minas Antipersona, recibió en el 2015 el Premio de Paz en la categoría de personaje.
Otra ganadora, en la edición del año pasado, fue la Asociación de Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores de Paz, de la golpeada región de los Montes de María, en la categoría comunidad.
Las entidades que otorgan el Premio Nacional de Paz son el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Friedrich Ebert Stiftung en Colombia (FESCOL), El Tiempo, Caracol Radio, Caracol Televisión, Proantioquia y Alquería.
La presidenta de la asociación Campesina del Valle del río Cimitarra, ganadora del premio Nacional, habló en representación de los 16 premiados en ediciones anteriores. Felicitó a las delegaciones del Gobierno y de las Farc e hizo un llamado a instalar la mesa de diálogo con el Eln.
JUAN CAMILO PEDRAZA
Redacción PAZ