2016 no fue, qué duda cabe, un buen año para GoPro Inc. La firma, que llegó a ser sinónimo de cámaras de acción de alto rendimiento, enfrentó este año pérdidas motivadas por el pobre desempeño de algunos de sus productos, mientras que sus competidores parecieron ganar terreno en el mercado.
Mediante un comunicado, la empresa anunció que eliminará cerca del 15 por ciento de sus puestos de trabajo y cerrará su división de entretenimiento, todo con el fin de reducir costos. Eso representa, se indicó, más de 200 empleos.
El cierre de la división de entretenimiento es un indicio de que la companía planea retornar a su visión original, abandonando su sueño de construir un estudio de producción de televisión en torno de sus videos de deportes de acción. A dicha división pertenecían ejecutivos como Bill McCullough, de HBO y estaban sobre la mesa asociaciones con Virgin y Xbox.
Las acciones de GoPro han perdido aproximadamente la mitad de su valor este año. En la última jornada subieron 4,17 por ciento y llegaron a US$10,24.
GoPro dijo que la restructuración reducirá los gastos operativos a alrededor de US$650 millones en 2017, con lo que confía en lograr su meta de volver a ser rentable el año próximo.
GoPro contaba con su más reciente modelo de cámara en forma de cubo, la Hero5, y con su dron Karma, lanzado en octubre, para reactivar el crecimiento y el precio de la acción. Hasta ahora, esos productos no tuvieron el éxito que se esperaba y, de hecho, el Karma protagonizó un recall de 2.500 unidades que golpeó aún más las finanzas de la compañía, que por añadidura enfrenta una demanda colectiva por formular "afirmaciones falsas y engañosas" sobre el dron.
La decisión de retirar los drones siguió a numerosos reportes de fallas en pleno vuelo que hacían que el dispositivo se quedara sin energía durante la operación.
Tony Bates, quien fue elegido director general de GoPro en junio de 2014, abandonará el cargo a fin de año.
TECNÓSFERA