Los avances que Colombia ha logrado en igualdad de género en la Rama Judicial fueron compartidos este miércoles con la comunidad internacional durante un panel realizado en la sede principal de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York encabezado por la presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Colombia, Margarita Cabello.
“Lo que empezó como una simple preocupación femenina se ha convertido en una realidad presente con unos avances impresionantes”, dijo Cabello, luego de exponer las estrategias con las que se avanza en materia de equidad en la justicia colombiana: la formación de los empleados de la rama, el intercambio de información, la revisión de las estadísticas y un énfasis en la divulgación.
El esfuerzo de la Rama Judicial tendrá especial relevancia en el postconflicto tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc y en la implementación de la llamada justicia transicional.
Hugo Fernando Bastidas, presidente de la Comisión Nacional de Género y otro de los participantes en el evento, destacó que del total de empleados de la Rama Judicial, 55 por ciento son mujeres, pero, no obstante los avances, apenas 15 por ciento tienen cargos de responsabilidad. La meta es subir ese porcentaje.
Los panelistas, que también incluyeron a Lucía Arbeláez de Tobón, expresidenta del Consejo Superior de la Judicatura; Néstor Raúl Correa, expresidente de la Comisión Nacional de Género, y David Steven, del Centro de Cooperación Internacional de la Universidad de Nueva York, resaltaron la labor de las altas cortes de Colombia para hacer frente a la violencia contra la mujer y la estrategia para implementar los objetivos y metas de desarrollo sostenible de la ONU, en particular los puntos 5 y 16: igualdad de género y paz, justicia e instituciones sólidas.
La experiencia de Colombia, donde la Corte Suprema y la Corte Constitucional son encabezadas por mujeres, fue planteada como modelo para otros países.
“Si hay un elemento que tal vez nos faltaba de explicar en Naciones Unidas es el tema de justicia y cómo esa justicia transformadora, donde el tema de género se ha venido trabajando por tantos años, va a tener mucho que ver con la solución y con el posconflicto”, señaló por su parte la embajadora de Colombia ante la ONU, María Emma Mejía.
“Hemos trabajado en otros escenarios en el posconflicto, como el tema de observadores, la constitución de la misión de política especial de la ONU, el cese del fuego y el desarme, pero jamás habíamos tenido una mirada tan comprensiva ante la comunidad internacional sobre el tema de igualdad de género en la justicia”.
Obstáculos
Irónicamente, según Cabello, el principal obstáculo para una mayor equidad de género en la Rama Judicial en Colombia son los propios funcionarios. “El año entrante tenemos como meta introducir en la mente de cada funcionario y empleado judicial que es algo de su propio quehacer diario el análisis y el conocimiento de la perspectiva de género y la lucha contra la desigualdad”, anotó Cabello.
Por su parte, Néstor Raúl Correa destacó cómo el conflicto armado en Colombia “se ha ensañado desproporcionadamente contra las mujeres”, por lo que el pacto de paz busca, ante todo, la no repetición de la violencia contra la mujer. “Lo cual también es un requisito para lograr la paz y el desarrollo sostenible que propicie la inclusión económica de las mujeres”.
Mejía recordó cómo hace unos 10 años los avances en igualdad de género eran impensables. “Había hasta burlas de lo que podía ser esa mirada de género en las sentencias y en los fallos judiciales”, dijo.
CLAUDIA SANDOVAL GÓMEZ
Para EL TIEMPO
Nueva York.