Andrés tiene 21 años, o por lo menos eso dice su perfil de Facebook. Estudia Publicidad en una universidad bogotana y hace parte de una de las cientos de comunidades universitarias que se dedican a difundir “confesiones” en sus redes sociales.
A principios de agosto, publicó una bajo su nombre. En esta dejaba en evidencia un gusto particular por una mujer. Bajo una necesidad clasificatoria la nombraba: “la buena de Catalina”. En un acto de tolerancia, puede decirse que la calificación hace parte de una mera necesidad biológica.
No obstante, al finalizar el semestre, cuando deseoso entre pixeles se asomaba el mes de noviembre, Andrés le dio una estocada final a esta ‘corta historia de amor’.
Logró tomarle una foto a Catalina. Luego de que la imagen atravesara años de tecnología que fueron comprimidos en segundos, apareció publicada en el muro de la comunidad. Estaba acompañada de un juego en el que se proponía terminar una oración: “Está para darle como a: ________”. Lo que a uno primero se le viene a la mente es “como a rata en balde”. Pero la creatividad supera los límites de cualquier ficción o recuerdo.
- “Borrador de escuela”.
- “Cuchilla en lavamanos”.
- “Nochero que no cierra”.
- “Puerta atrancada”.
- “Pirulito de coco”.
Fueron algunos de los más de 1.000 complementos que logró obtener la participación abierta al público tan masculino como femenino que compartió su interacción. De Catalina jamás se supo nada, solo que fue etiquetada por un par de personas que decían conocerla y que consideraron agresiva la acción.
Para algunos fue un episodio gracioso. No obstante, para Catalina no lo fue. Ella, quien nos pidió no identificar su apellido, afirmó que su intimidad había sido violada y que, luego de esta publicación, otras personas – muchas de ellas hombres – comenzaron a escribirle mensajes obscenos por medio de los mensajes privados de Facebook. “Mi cuerpo fue convertido en un objeto y mi nombre estuvo en boca de un gran número de universitarios, incluso tuve que cerrar mi perfil”.
El caso de Catalina no es ajeno a otros que día a día circulan en redes sociales y en otros espacios de internet. Por esta razón, la Fundación Karisma de Bogotá, con el apoyo de Word Wide Web Foundation y la Agencia de Cooperación Internacional Sueca, lanzó en diciembre de 2015 #AlertaMachitroll.
“Alerta Machitroll es una iniciativa de Karisma. El término ‘Machitroll’ se tomó de la comunidad feminista que lo utilizaba desde antes. Nosotros, decidimos adaptarlo a internet en forma de alerta”, afirma Nathaly Espitia, coordinadora de comunicaciones de Fundación Karisma.
La campaña –que recibirá su primer año de nacimiento con una cara renovada– nació luego de estudiar varias investigaciones con Word Wide Web Foundation. En estas se encontraron con que las mujeres periodistas normalmente son atacadas en internet solamente por ser mujeres.
“Comenzamos a estudiar las agresiones, pero encontramos que esto no solo le ocurre a las mujeres periodistas, también a las mujeres que defienden los derechos humanos y a las mujeres que se han declarado feministas. Por eso, lanzamos #AlertaMachiTroll. Nos basamos en el humor para denunciar las prácticas machistas en el mundo digital”, cuenta Nathaly.
En América Latina, Colombia fue el único, entre ocho países, con participación en este estudio. Los demás fueron de África y Asia.
Activismo digital durante 16 días
Desde la Organización de las Naciones Unidas, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, se proponen 16 días de activismo anuales para luchar en contra del maltrato.
Bajo esta propuesta, la Fundación Karisma lanzará, este viernes 25 de noviembre, una cara renovada de la campaña #AlertaMachitroll.
“En ella se podrán encontrar pasos, desde el humor, para dejar al ‘machitroll’ de lado, además de recursos, herramientas y estrategias para navegar seguro en la red y combatir la violencia de género en estas plataformas”, explica Nathaly.
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Con esta cara, renovada en una web moderna y orgánica, se espera continuar con las acciones de Alerta Machitroll, pensada como una estrategia que apunta a una internet sin violencia y “explorar con simples consejos diferentes maneras de liberar, a través de la risa, nuevas identidades en 'machitrolles', que dejen en el olvido sus contenidos machistas, sexistas y misóginos. El fin último es contribuir a que internet sea un espacio donde todas las personas puedan expresarse libres de violencia”, anota la Fundación Karisma en un comunicado de prensa.
En este primer año de trabajo, Alerta Machitroll ha podido identificar que las prácticas sexistas más recurrentes en redes sociales son: “Pese a que todas las mujeres pueden recibir un ataque, las periodistas, las mujeres declaradas feministas y las personas que trabajan con temas cercanos al enfoque de género son las más vulnerables. Asimismo, hemos encontrado que la mayoría de los atacantes son hombres. En algunas ocasiones también hay mujeres, pero en la gran mayoría de casos el 'troll' es masculino. También hemos podido ver que cuando una mujer denuncia una práctica, es más habitual el ataque que cuando lo hace un hombre”, narra Nathaly.
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Para registrar estos casos es necesario que los comentarios sean públicos. Los mensajes privados como correos electrónicos, mensajes directos en redes sociales y mensajes de voz en WhatsApp no hacen parte del repositorio. Las denuncias pueden ser consultadas por cualquier persona.
Un adelanto del decálogo
El decálogo para combatir al ‘Machitroll’ estará activo a las 5:00 p. m., de hoy viernes 25 de noviembre en la página web karisma.orgo.co/alertamachitroll (https://actua.karisma.org.co/alertamachitroll/).
Les contamos un par de adelantos para combatir el machismo en internet:
1. Reconecta con la naturaleza, con tu ‘yo’ más natural (o menos 'machitroll').
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2. Tómate unas vacaciones de internet.
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3. Pierde el miedo y haz amistad con una feminista.
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Así se ve #AlertaMachitroll en la red
PERLA TORO CASTAÑO
Editora Unidad de Redes Sociales
@PerlaToro
pertor@eltiempo.com