Más de 27 años después de uno de los magnicidios que más conmocionó al país, la Corte Suprema de Justicia condenó a 30 años de prisión al general (r) Miguel Alfredo Maza Márquez, exdirector del DAS, por la muerte del líder liberal Luis Carlos Galán.
Maza, quien está detenido desde finales del 2013, a sus 76 años no recibirá ningún beneficio penal, y purgará su condena en el Centro de Capacitación de la Policía Nacional (Cespo), en Bogotá. La Corte lo encontró culpable de los delitos de concierto para delinquir y homicidio con fines terroristas en calidad de coautor.
La decisión de la Sala Penal de la Corte fue unánime. Además del homicidio de Galán, la condena también se dio por el asesinato del concejal Julio César Peñaloza Sánchez y el escolta Santiago Cuervo Jiménez, así como las lesiones que recibió el escolta Pedro Nel Angulo Bonilla, quien testificó en el caso. Todos estos hechos se presentaron el 18 de agosto de 1989 en el municipio de Soacha (Cundinamarca), cuando Galán hacía una correría política en medio de su campaña presidencial.
Según la Corte Suprema de Justicia, el entonces director del DAS hizo parte "del plan para asesinar al connotado dirigente político, debilitando su seguridad".
Para esto, dice la Sala Penal, Maza "nombró como jefe de escoltas a un hombre de su confianza (Jacobo Torregrosa). Tarea a la que se comprometió previamente con el paramilitar Henry de Jesús Pérez Durán, con quien mantenía estrechos vínculos, y a quien, a su vez, el denominado Cartel de Medellín le había encargado la ejecución del magnicidio". (Fiscalía dice que Maza Márquez concertó con 'paras' asesinato de Galán).
En la audiencia de alegatos finales que se desarrolló en marzo pasado, la Fiscalía General aseguró que las pruebas permiten inferir que quien determinó el asesinato de Galán fue el excongresista Alberto Santofimio, en medio de un plan criminal en el que los capos Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha dieron la orden para cometer el crimen. (Alberto Santofimio Botero, otro de los condenados por el crimen).
El ente acusador dice que la investigación, a lo largo de 26 años, lleva a concluir que desde la misma ocurrencia del atentado el proceso "fue intencionalmente desviado con la finalidad de descomponer ese compromiso".
Según la Fiscalía, "la organización al margen de la Ley hizo uso de Maza Márquez, quien se prestó para ejecutar esas conductas".
Además, indicó: "Para cumplir la estrategia trazada por el narcotráfico era indispensable infiltrar y debilitar la seguridad de la segunda persona más buscada del país", en este caso, de Galán, papel que habría cumplido Maza como director del DAS.
"Desde el momento mismo en que el doctor Galán Sarmiento dirigió a través de sus manifestaciones públicas los ataques contra el narcotrafico (...), se incrementó su nivel de riesgo porque era objetivo del Cartel de Medellín y su grupo de 'los Extraditables' ", dijo en su momento la Fiscalía.
Uno de los testigos de la Fiscalía indicó en el proceso que Manuel Torregrosa, cuestionado exoficial de la Policía que murió en el 2009 sin ser procesado, y que fue nombrado en la época de los hechos como jefe de escoltas de Galán, "era un cómplice de Maza para ejectuar el homicidio de Luis Carlos Galán Sarmiento".
"De manera consciente y voluntaria (Maza) infiltró el esquema de seguridad del candidato a la presidencia y puso, en cambio, a un jefe de escoltas inexperto y que no cumplía con los requerimientos".
La defensa del general
En su declaración Maza negó haber tenido nexos con los paramilitares del Magdalena Medio, o con su entonces jefe Henry Pérez, y dijo que tampoco tuvo ninguna relación con el cartel de Medellín. De esos grupos ilegales se declaró víctima.
"No conozco el Magdalena Medio, nunca fui a Puerto Boyacá. Nadie puede decir que me vieron hablando con algún fulano en esa zona", dijo.
El abogado del general también aseguró que, antes que aliarse con paramilitares, siempre los combatió. En el proceos narró que entre el 17 de octubre de 1987 y enero de 1989 hubo 39 masacres de campesinos y 443 víctimas, producto de esa alianza de paras y narcotraficantes.
Según Maza, el DAS inició importantes investigaciones sobre esas masacres campesinas, y por su trabajo en ese frente recibió amenazas. "Todos los fines de semana salían fotos mías (con amenazas en el Magdalena Medio) en esa zona y ahora quieren decir que yo me mantenía allá", aseguró.
En los alegatos añadió que, por el contrario, siempre fue víctima de los paramilitares y los narcotraficantes. Indicó que primero sufrió un atentado con corrabomba en el norte de Bogotá, luego "me volaron el DAS, después en mi casa pusieron un bus con un kilo de dinamita y luego intentaron intimidarme con un libro bomba".
También dijo que para proteger a Galán en su momento hizo "lo mejor que se podía. Y que en la época se le ofreció a Galán incrementar su servicio de escolta y que él se manifestó satisfecho con lo que tenía".
Dijo, sin embargo, que en Soacha hubo mucho desorden, mucho trago. "Una cosa es la seguridad del DAS y otra la seguridad que hubo allá. Aquí se han confundido las dos cosas".
La familia Galán Pachón
En reiteradas oportunidades Gloria Pachón, esposa de Luis Carlos Galán, ha dicho que ellos nunca pidieron un cambio en el esquema de seguridad para el candidato presidencial. Incluso aseguró que la llegada del teniente Torregrosa fue vista con preocupación por la familia.
"Él estaba muy inquieto porque no siempre estaban sus escoltas y decía que se necesitaba que se reforzara su esquema con medios logísticos más apropiados", dijo Pachón.
Y agregó: "Está claro que Torregrosa no cumplió su función esa noche en Soacha. No estuvo cerca a Luis Carlos, apareció cuando personas cercanas a la campaña y algunos de los escoltas intentaban subirlo al automóvil", dijo
Pachón dijo que la desconfianza respecto al papel de Maza Márquez se debe a que Galán nunca tuvo la seguridad que necesitaba y añadió que la llegada de Torregrosa debilitó el esquema "hasta el punto que ocurrió lo que ocurrió".
JUSTICIA