El país se despertó este lunes alarmado por una espiral de violencia que recuerda tiempos en los que dirigentes políticos caían uno tras otro.
El Gobierno Nacional reaccionó con inquietud. El martes se realizará una cumbre de alto nivel para evaluar la serie de crímenes cometidos contra dirigentes comunales, sociales y defensores de derechos humanos, en particular ligados al movimiento de izquierda Marcha Patriótica.
“Hay una amenaza regional contra el proceso de paz”, sentenció este lunes el ministro del Interior Juan Fernando Cristo. (Lea también: Los 40 días y 40 noches que pasaron para conseguir el nuevo acuerdo)
En diálogo con 'La W Radio', el funcionario advirtió que la serie de muertes violentas puede incluso afectar la implementación del nuevo Acuerdo de Paz firmado en La Habana entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc.
La situación es tan crítica que el presidente Juan Manuel Santos convocó para mañana martes a una reunión de urgencia en la que participarán, entre otros, el fiscal general de la Nación, Humberto Martínez Neira, y el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
Se trata de una reunión de seguimiento a las acciones de violencia que el primer mandatario había ordenado desde el pasado mes de marzo cuando en diferentes regiones del país, bandas armadas mataron a sangre fría a ciudadanos inermes que desde diferentes posturas defendían el proceso de paz.
El Gobierno, según Cristo, tiene la obsesión de garantizar la integridad de todos los actores políticos. Por eso, miran ahora con alarma lo que sucedió en las últimas horas.
La escalada criminal va dirigida contra personas que han defendido con vehemencia la salida de un acuerdo negociado para ponerle fin a la guerra. Así, por ejemplo, este fin de semana fue asesinado Arley Monroy, líder campesino de la Macarena, en inmediaciones del batallón Cazadores en San Vicente del Caguán. También en este municipio fue muerto el campesino Hugo Cuellar. Esta persona fue asesinada a tiros precisamente tras llegar del velorio de Monroy.
Estos hechos provocaron un señalamiento peligroso contra el mandatario local Humberto Sánchez, militante del Centro Democrático (CD). El alcalde rechazó las temerarias acusaciones.
Asimismo, este fin de semana fue asesinado el líder Rodrigo Cabrera Cabrera de Marcha Patriótica en Policarpa, departamento de Nariño.
Carta de Farc a Santos
En la madrugada del lunes también se conoció una carta abierta de miembros de las Farc hacia el presidente Santos en la que le pedían que sentara su posición y compromiso respecto a las muertes se los líderes sociales.
"A pocas horas de la firma del Acuerdo Final entre el Gobierno que usted preside y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Farc, el dolor y la indignación nos han obligado dirigirle esta carta pública, para que usted, también públicamente, haga claridad y siente su posición y compromiso, no con las FARC, sino con el pueblo colombiano en general, con relación al “Plan Pistola” que se viene ejecutando contra dirigentes populares en todo el país", dice la misiva publicada en la página de las Farc.
El texto añade los nombres de los líderes sociales que han sido asesinados en las últimas semanas.
El comunicado finaliza con la petición de implementar el acuerdo por la paz.
"(Señor Presidente) si está comprometido con la paz de Colombia actúe en consecuencia poniendo punto final a este exterminio de inocentes cuyo pecado parece ser su pensamiento crítico y visión de nuevo país, implementando ya el acuerdo sobre garantías de seguridad", se puntualiza en el texto.
Asesinatos se han dado en regiones donde hay minería ilegal
Las preguntas qué se hacen las autoridades son en esencia dos: ¿Quién está detrás de estos homicidios? ¿Qué buscan con ellos? Cristo considera que hay una “intencionalidad clara” de afectar el proceso de paz por lo que, considera, que los autores estarían relacionados con organizaciones delictivas que se verán afectadas con la implementación de las negociaciones.
Un primer indicio señala a estructuras del narcotráfico y de minería ilegal. Las muertes ocurridas en diferentes regiones del país tuvieron una reacción en La Habana en donde se encuentran la mayoría de los miembros del secretariado de las Farc.
Así, por ejemplo, ‘Pablo Catatumbo’ escribió en la red social Twitter: “Condenamos asesinato sistemático de líderes campesinos. Exigimos aplicación inmediata Acuerdo Garantías de Seguridad Vuelve la guerra sucia”. Luego agregó: “Guerra sucia desatada con asesinatos contra dirigentes sociales de SI, busca generar miedo e impedir firma del Acuerdo de Paz”.
Aida Abella, la presidenta de la Unión Patriótica, un partido que fue prácticamente borrado con el asesinato de, según sus propias cuentas, unos 5.000 militantes, hizo un llamado urgente para que el país no vuelva a repetir una situación tan dramática.
Para ella, una de las salidas es la implementación pronta de los acuerdos con lo que se cerrarían el espacio a los violentos que no quieren la paz. “Implementar ya significa detener las muertes y neutralizar a quienes desde la política legitiman esa violencia”, aseguró en Twitter.
Por su parte, el director de la Policía Nacional, el general Jorge Hernando Nieto, explicó que no se puede generalizar y decir que hay “una cuestión sistemática” en contra de los líderes de izquierda.
También en diálogo con 'La W', el oficial explicó que hay una comisión especial de investigación en el Caquetá, con el apoyo de la dirección de fiscalías, para esclarecer la muerte de Monroy, en San Vicente del Caguán, y el ataque contra Cuéllar.
Estos hechos se dan en un contexto especialmente sensible ocurrido la semana pasada: la muerte de dos militantes de las Farc en el sur de Bolívar. Según la guerrilla, los insurgentes adelantaban tareas de pedagogía para explicarles a las tropas los alcances de lo pactado en Cuba. Versión que contradice el ministerio de Defensa, al asegurar que ambos estaban armados, al parecer realizando acciones ilegales y a más de 60 kilómetros de distancia de la zona de preagrupamiento.
Para el Centro de Recursos para Análisis del Conflicto, Cerac, este hecho fue la primera violación del cese del fuego bilateral. El centro de pensamiento recuerda que mediante un comunicado, el Ejército señaló que la Fuerza de Tarea Marte recibió información que daba cuenta de “la presencia de unos individuos armados y uniformados, que adelantaban actividades ilícitas”. Así mismo, indicó que estos hombres presuntamente pertenecían al ELN y que estarían extorsionando a ganaderos, mineros y comerciantes de la zona.
Luego de la denuncia, el Ejército realizó un operativo que generó un combate, en el que murieron dos guerrilleros y uno más decidió entregarse. Tras su rendición, este hombre manifestó que él y los otros dos sujetos pertenecían al frente 37 de las Farc y entregó información exacta sobre las actividades ilegales que realizaban en la zona.
El Ejército indicó que el enfrentamiento se produjo a 68 kilómetros de la zona de preagrupamiento más cercana.
El Cerac recoge también una cita del jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, en la que afirmó que sostuvo una comunicación con Iván Márquez, quien le informó que los guerrilleros “iban en camino a la zona de preagrupamiento”.
De la Calle expresó que, en cualquier caso, esta situación demuestra que el cese del fuego “sí es frágil” y que “no podemos demorarnos, si hay un nuevo acuerdo, si tenemos una nueva oportunidad de terminar el conflicto en Colombia, no podemos desaprovechar esa oportunidad”. (Además: 'Hay que tramitar con urgencia las leyes de la paz')
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