Quienes han visto a Bomba Estéreo en vivo afirman que el espectáculo transmite pura energía. Tiene un poder que hipnotiza con sus melodías electrónicas y, a la vez, sacude los huesos con su ritmo rapero, champetero, cumbiero. Si se trata de las letras de las canciones, para Liliana Saumet, vocalista y compositora de la banda, la fórmula es simple: “Quiero que, con ellas, la gente baile pensando”.
“Liliana es ese desborde de energía, tanto en el escenario como fuera de él. Es algo que yo no tengo y que, definitivamente, nos complementa en la banda. Hace de Bomba Estéreo lo que es hoy”. Cuando Simón Mejía (quien ideó el proyecto en el 2005 y actualmente es su compositor musical) habla de Saumet, lo hace con la autoridad de quien ha trabajado diez años a su lado, uña a uña, mientras la veía convertirse en la imagen más importante de la cumbia experimental en la actualidad.
El mundo que la adora la conoce como Li Saumet: samaria, de 36 años y con menos de un año de ser mamá. Ella es la figura central de Bomba Estéreo, que en su haber tiene, entre otros reconocimientos, el galardón de mejor banda por iTunes Latinoamérica en el 2012 y un Grammy Latino a grabación del año por Fiesta, la canción del álbum Amanecer (2015) en la que colaboró el archifamoso actor y rapero Will Smith. Este álbum, además, cuenta con un disco de oro en Colombia. Y uno más: el pasado 30 de octubre, la banda ganó un premio Shock a mejor agrupación musical.
Basta solo con ver algunos videos para entender que Li Saumet, como bien dice la letra de Fuego (un tema que, de hecho, se convirtió en parte de la banda sonora del videojuego de FIFA 2010), simplemente es la dueña de la fiesta. Desde su voz incomparable hasta su estilo de ropa, inspirada en tendencias urbanas o en túnicas con estampados tropicales, Saumet genera una explosión psicodélica que la lleva a usar coronas despampanantes y que, precisamente por su eclecticismo, la posicionan en redes sociales como “la Björk de la costa Caribe”.
De psicodelia y puestas en escena sabe mucho. De dejarse llevar, también. Lo comprueba su participación en La puntica no ma', una comparsa medio surrealista, medio irreverente y bohemia que desde hace 17 años desfila en el Carnaval de Barranquilla. Ahí también tiene su sitio Li.
“’Ya no me aguanto a esta pelaíta’, decía yo. Empezábamos a tocarle la puerta del cuarto y ella nos gritaba ‘¡no me jodan!’ Siempre ha sido superdirecta, ¿sabes?”, cuenta, con entusiasmo, Francisco González, uno de los fundadores de La Puntica e íntimo amigo de la cantante. González relata una noche en Santa Marta, cuando Saumet tenía alrededor de 17 años, en la que ella, González y un grupo de amigos tenían una fiesta de electrónica en una de las playas del mar Caribe. "Liliana se demoraba de una manera inusual", relata. Y mientras habla, es incapaz de contener una risita:
“Yo no la conocía mucho entonces, pero resulta que en ese momento (en que yo ya perdía la paciencia) sale esta chica, ya lista. Y te digo la verdad: ¡yo estaba viendo una imagen de una Barbarella tropical! Ahí me dije: ‘Esto lo tiene que ver el mundo’. Y mira que no me he equivocado”.
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Al teléfono se escuchan los potentes sollozos de un bebé que se mezclan con las respuestas de su madre. Astro, como se llama el pequeño, acompaña a Li durante las giras de Bomba Estéreo. Esta conversación se produce desde Santa Marta, hogar de Li y en medio de una breve parada en Colombia del tour 2016.
“Desde adolescente tuve conciencia del poder que tiene la ropa para expresar la identidad”, explica ella respecto a su particular forma de vestir, en la que no faltan las combinaciones atrevidas. Luego añade pensativa: “Alguien me decía el otro día que somos como flores que estamos adornando el mundo; y lo hacemos desde la ropa y desde las ideas”.
Sus pintas no solo son insumos para su Instagram –una cuenta que ya lleva más de 97.000 seguidores–, sino también para sus espectáculos. (Inolvidable será el vestido de lentejuelas, la gigantesca corona de plumas y los zapatos de plataforma uniforme con los que cantó Fiesta en los Latin Grammy el año pasado). Aunque hoy, contrario a lo que propone Bomba Estéreo, Saumet busca dejar de bailar constantemente.
“Claro”, dice al respecto. “La banda es mi trabajo y otra cosa es mi vida personal. Tengo un niño recién nacido, Astro, y mi esposo, Brian. Llevo 10 años en Bomba y, aunque a mí obviamente me encanta lo que hago, a veces prefiero estar mirando una película con mi familia”. Ahora está asentada en Santa Marta, su hogar natal, tras vivir en Bogotá y Nueva York.
En el Caribe quiere balancear la exigencia entre su felicidad personal y su música. Por eso no se considera adicta a nada. Ni al trabajo, ni a situaciones particulares, ni muchísimo menos a sustancias psicoactivas. Eso lo deja clarísimo cada vez que responde entrevistas: “No consumo nada de nada desde los 28 años. Me parece que las adicciones son muy, muy fuertes. Hacen que la gente haga un montón de cosas que no debería”, dice sin titubear.
![]() "¡Yo estaba viendo una imagen de una Barbarella tropical! Ahí me dije: ‘Esto lo tiene que ver el mundo’. Y mira que no me he equivocado”: Francisco González, amigo de Li Saumet. / Foto: Jorge Pizarro / Accesorios por @ds_danielasalcedo / Vestido: Vintage / Styling: @panteracanela. |
Un aspecto que le fascina de su trabajo, además de la composición, es viajar. Gracias a Bomba Estéreo, ese lujo se lo puede permitir (este año la banda ya visitó más de 10 países). Toma lo mejor de las familias nómadas: “Criar a Astro en la gira es hermoso”, declara, mientras su bebé suelta un breve gemido al teléfono. “Ha podido viajar desde antes de nacer y se está empapando de música, de experiencias que estoy segura de que serán muy enriquecedoras para él”. ¿Por qué lo cree? “Porque los niños perciben todas las energías de los festivales, del ambiente de la música y de la música en sí”.
Energías: habla de ellas en cualquier ámbito. De hecho, casi siempre, antes de ofrecer un concierto, ella y los demás miembros de Bomba Estéreo prenden velas, inciensos, decoran su espacio con flores. Por último, se abrazan. “Para darnos buenas energías”, dice.
Francisco González piensa que Saumet ha logrado que ese objetivo (el de rodearse de buenas energías) se cuele entre sus canciones (casi siempre las escribe Li) con un mensaje muy concreto: “Ella habla de esos temas de los que usualmente no se habla, como el alma y el cuerpo, por mencionar algunos. La principal energía que mueve a Liliana es la del amor, esa es la que todo lo transforma. En ese sentido, por ahí va su espiritualidad: llevando al día a día cosas muy profundas de la humanidad”.
Tampoco debe ser gratuito que el libro favorito de Saumet sea El Principito. Cómo olvidar esa frase del zorro: “Lo esencial es invisible a los ojos”.
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Entre tantos éxitos del más reciente disco de la banda, Amanecer (2015), la canción Soy yo es un ejemplo del alcance que ha tenido Bomba más allá del mundo hispano. El video muestra la resistencia de una niña latina que hace frente al matoneo. Con más de 7.500.000 vistas en YouTube desde su publicación en septiembre pasado, se viralizó en Estados Unidos gracias a que muchas mujeres latinas se sintieron empoderadas en un país que continúa teniendo desencuentros con los inmigrantes.
“Pienso que ser un ser humano es suficiente para que te critiquen”, dice Li sobre esta canción. “Nunca tuve ninguna experiencia con el bullying en la escuela. Cuando empecé a ser cantante y me criticaban voces aisladas, al principio me daba muy duro. El mundo está lleno de prejuicios, pero si uno se acepta tampoco le importa lo que piensen de uno”. Ese es el mensaje.
Simón Mejía, quien convocó a Saumet hace 10 años para que participara en Bomba Estéreo por su particular voz, dice de ella: “Las cosas que piensa las suelta de una vez, sin ningún tipo de filtro”. Y Li añade: "Mi peor manía de pronto es llegar tarde a las cosas”.
“En eso ha mejorado bastante, por suerte”, ríe su compañero de banda. Sin embargo, Bomba Estéreo sí tuvo algunos tropiezos por encontrones entre la vocalista y el músico. “Digamos que los detonantes siempre fueron peleas musicales”, explica él. “En el medio del arte el tema del ego es muy fuerte. Esto de tener una banda es como tener una familia. Mientras más conoces a alguien, las peleas pueden llegar a ser cada vez más hirientes. Afortunadamente, nosotros ya pasamos la etapa más difícil de la banda respecto a eso”.
Saumet tiene fama de superar precisamente eso: etapas difíciles. “Ella es una persona con unas capacidades emocionales muy especiales”, comenta Francisco González. Tan difíciles como la tragedia del suicidio de su expareja en el 2014, un tema del que se niega a hablar.
Para explicar mejor lo que piensa de su amiga, González utiliza esta metáfora: "La veo así: un bambú comparado con un árbol regio se ve muy débil; pero cuando llega una tormenta tremenda que arrasa todo, seguramente va a arrasar a ese árbol gigante y, en cambio, el bambú se inclinará hasta tocar el piso sin caerse ni romperse. Esa es la fuerza de Liliana: su propia sensibilidad”.
Cuando se le pregunta si se arrepiente de algo en su vida, Li Saumet tiene muy clara la respuesta: “De nada. Todo es perfecto. De pronto uno puede decir que se arrepiente de algo, pero eso mismo es una fuente de aprendizaje. Eso es parte del plan de vida”.
MARÍA EUGENIA LOMBARDO
Redacción CARRUSEL
FOTOS: Jorge Pizarro. MAQUILLAJE Y PELO: Vivianne Saler. STYLING: @panteracanela. PRODUCCIÓN: Carolina Baquero.