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'Voy por más, nunca me conformo, así es mi mundo': Kellys Arias

Este año impuso marca nacional de maratón. Una lesión la obligó a retirarse en la prueba de JJ. OO.

JAVIER ARANA
Supernumeraria. Cubriendo los puestos de las personas que se iban a vacaciones y viajando por municipios de Santander, donde la requerían para que cubriera las bases. Ahí, en ese mundo laboral de una entidad bancaria, pudo haberse frustrado la carrera ascendente de Kellys Yesenia Arias Figueroa.
Pero la vida le tenía algo guardado. Claro que si no hubiera sido por su empuje y sus deseos de cumplir sueños, esta guajira de nacimiento nunca hubiera tenido la posibilidad de llegar a ser la poseedora de la marca nacional de maratón (2:29.26 horas), impuesta en Toronto (Canadá) el año pasado, y ser, actualmente, considerada como la mejor fondista del país.
En esa misión de trabajo, que de todas maneras, según ella, le dejó muchas enseñanzas, estuvo durante tres años. Antes de ese paréntesis en su vida deportiva, ya se había lanzado desde niña al atletismo, al que llegó por pura casualidad.
“De pequeña ni siquiera sabía que el atletismo era un deporte. No tenía ni idea, pero mi primer contacto con esta disciplina fue a través de un grupo de amigos. Allí comencé a meterme en el cuento, pero la verdad, no tuve buenos resultados”, explicó esta nacida en Maicao, el 3 de julio de 1989, pero criada en Barranquilla, ciudad natal de César Arias, su padre.
Allí, en la capital del Atlántico, conoció a la atleta Iglandini González, quien la llevó a Bogotá en 2004.
“Era una niña, tenía 14 años, pero quería conocer ese mundo que para mí era desconocido. Supe cómo era el sacrificio que se debía hacer para lograr los objetivos. Iglandini vivía del atletismo y yo quería eso, tener mis propias cosas y viajar. Fue una buena experiencia, pero luego regresé a Barranquilla, pues me hacía falta el calor de mis padres”, recordó la fondista.
Luego de finalizar sus estudios de bachillerato en el colegio Francisco José de Caldas, de Barranquilla, viajó a Bucaramanga, para seguir su proceso. El también atleta Pedro Elías Ortiz, ganador en 1990 de la maratón de Los Ángeles (EE. UU.), se puso al frente de sus entrenamientos.
‘No era buena corredora’
Estuvo durante tres años, desde 2007 hasta 2009, entrenando, pero nunca ganó nada. “No era buena, no sé, quizá era cuestión de motivación y decidí retirarme. Hice un cambio radical, comencé a trabajar en un banco y a estudiar. Fueron tres años en los que me alejé del atletismo. Estaba vencida, pero aún había una pequeña luz de ilusión, y de ahí se agarró.
Tomó, entonces, la decisión de dejarlo todo y tomar rumbo a Bogotá. Pero ya no estaba sola, contó con el apoyo de Eliseo Núñez, un atleta que se convirtió en su esposo y gran soporte para lo que ella ha logrado en los últimos años de competencia activa.
Lo intentó de nuevo, pero arrancó de cero. En otra decisión loca, y tras ver los Olímpicos de Londres por TV, aterrizó en Bogotá en 2012 y llegó con nuevas metas. Álvaro Forero, entrenador de la atleta Érika Abril, se puso al frente de su proyecto deportivo y así tomó un nuevo aire. “En ese momento me puse el objetivo de que tenía que ir a unos Juegos Olímpicos, y Río fue mi primera meta”, dijo la atleta que hoy hace parte del equipo Porvenir.
Pero para empezar a vivir del atletismo, como era su sueño, debía empezar a ganar. Tuvo casi dos años en limpio. En noviembre del 2013 logró su primera victoria, al imponerse en la Carrera de la Mujer, en Barranquilla. Allí, en su casa, su padre, su mamá Idamis y sus hermanos Katherine y César la vieron ganar. Fue el punto de partida de una carrera que ya le ha deparado alegrías.
Sin embargo, aún faltaba. “La verdad, Bogotá me pareció una ciudad muy grande, ruidosa, no me rendía el tiempo por las distancias. No me amañé, pero igual me sirvió para retomar la forma, antes de llegar a La Ceja (Antioquia), en el 2014, donde me radiqué porque es un sitio ideal para entrenar, fue una gran decisión”, reconoció la atleta.
Ese nuevo cambio le brindó los momentos que ella esperaba. Comenzó a mostrar sus progresos, se le dieron más victorias y se puso a la par de las mejores corredoras de élite del país.
En 2015 fue su despegue profesional. Ese año firmó su contrato con el equipo Atletas con Porvenir, y con él llegaron otros apoyos comerciales.
Desde ese momento comenzó a entrenar con más fuerza y dedicación. El 18 de octubre del 2015, en su primera maratón, en Toronto, estableció 2 horas, 32 minutos y 30 segundos, con lo que logró la marca para clasificar a la maratón de Río de Janeiro. Otro objetivo cumplido, y con récord nacional. Su constancia le dio, en menos de seis meses, la posibilidad de ampliar su historia. El 17 de abril de este año, en Hamburgo (Alemania), la guajira se convirtió en la primera mujer colombiana que bajó el registro de maratón de las dos horas y 30 minutos, al parar el cronómetro en 2:29.36 horas. Un nuevo récord nacional y quinta mejor marca en el área suramericana.
Sin suerte olímpica
A la maratón de Río llegó muy bien preparada, de la mano de su entrenador, quien diseñó el plan de trabajo, pero una lesión la sacó de la competencia cuando marcaba el kilómetro 21.
“Sentí un dolor en la pierna en el kilómetro 10. En el 15 la molestia se recrudeció y sabía que sería muy difícil terminar, y en el 21 ya no pude más. Me dio mucha tristeza porque toda esa preparación se fue por la borda. De haber seguido me hubiera lesionado peor y quizá en estos momentos no estaría corriendo”, recordó Kellys, quien a su regreso comenzó su etapa de recuperación, pero también se encontró con la noticia de que su ayuda por parte de Coldeportes, que estaba desde mayo, había sido suspendida.
“Les envié los soportes médicos y el diagnóstico, pero nunca me dieron una explicación. Una lástima, pero así seguimos y vamos por más sueños”, acotó.
El domingo pasado, con apenas un mes de preparación y sin estar a tope físicamente, corrió la maratón de Nueva York, prueba a la que fue invitada gracias a sus destacados resultados.
Finalizó en la casilla 13 e impuso la mejor marca de una colombiana en esa reconocida competencia.
“Quedé satisfecha. Sin estar bien impuse mi paso. Es una carrera con historia. Logré 2:39.14 horas, no fue el mejor registro, pero superé las anteriores marcas de las colombianas (Yolanda Caballero, puesto 14 con 2:41.23, en 2013; Stella Castro, casilla 12, con 2:42.31, en 1999). Ahora debo recuperarme de mi lesión porque tengo grandes metas para el año entrante”, dijo.
“Kellys ha evolucionado, sorprendió con un gran tiempo en su primera maratón, luego en Hamburgo impuso el registro nacional. En los Olímpicos se retiró por lesión y en Nueva York estuvo lejos de su marca. Tiene mentalidad y va en su proceso. Hay que darle más tiempo”, dijo su exentrenador Álvaro Forero.
Kellys intentará mejorar sus marcas en maratón y media maratón (1:11.21 horas). Esta última meta la intentará cumplir en marzo en Nueva York.
“Tengo mucho por hacer, correré hasta que el cuerpo me dé. Siempre voy con ambición, siempre quiero más”, puntualizó.
JAVIER ARANA
Redactor DEPORTES
JAVIER ARANA
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