Leonard Cohen puso su sabiduría en varios mundos del arte: la literatura, la poesía y la música, y en todos se destacó.
Fue tan importante su trayectoria que en el 2011 recibió el premio Príncipe de Asturias por saber contar la vida “como una balada interminable” y haber creado “un imaginario sentimental” en el que se funden la poesía y la música, según manifestó el jurado en su acta, y publicó EL TIEMPO en ese momento. El dinero que ganó con el premio lo donó a la Universidad de Oviedo.
Su vida fue larga y muy productiva y de eso dio cuenta su último disco, que lanzó el mes pasado el cantante -ya con 82 años- bajo el título de 'You want it darker'.
Y a esa misma edad, el cantautor falleció el jueves en Los Ángeles, California. En su página de Facebook, donde fue anunciada su muerte, dice que “hemos perdido a uno de los músicos más venerados, prolíficos y visionarios”.
Cohen nació en Montreal el 21 de septiembre de 1934 y es considerado una figura fundamental del folk.
Hijo de una familia judía, empezó su vida en las letras cuando era adolescente. En su juventud también empezó a tocar guitarra, pero decidió seguir su camino por la literatura y empezó a publicar sus poemas en 1956.
En este apartado hay libros de compilaciones con los títulos de 'La caja de especias de la Tierra' (1961), 'Parásitos del paraíso' (1962), 'Flores para Hitle'r (1964), 'La energía de los esclavos' (1972) y 'El libro de la misericordia' (1984), entre otros. En 1963 publicó su primera novela, 'El juego favorito', y tres años después 'Los hermosos vencidos'.
La música vuelve a su vida en 1967, cuando salió publicado el disco 'Songs of Leonard Cohen'. Es el autor de canciones como 'Tower of Song', 'Dance Me To the End of Love', 'Ain’t no Cure for Love', 'Chelsea Hotel n.° 2' (en homenaje a Janis Joplin), 'Bird on a Wire', así como 'I’m Your Man', que le dio el título al libro biográfico escrito por la periodista musical Sylvie Simmons, presentado en la Feria del Libro de Bogotá el año pasado, con la presencia de su autora. Otra de sus canciones reconocidas es 'Hallelujah', que tiene muchas versiones.
Desde hace algún tiempo, Cohen vivía recluido en un terreno de su propiedad en San Gabriel, California (Estados Unidos), muy cerca de un templo zen donde decidió refugiarse y dedicarse a la vida monástica del budismo.
La familia del músico no ha dado más detalles sobre su muerte. Solo anunció que se realizará una ceremonia en Los Ángeles, sin confirmar aún la fecha.
Muchos consideraban a Cohen el eterno pesimista, pero en distintas ocasiones dijo que no era así. “Pienso en un pesimista como alguien que espera la lluvia. Yo siento la piel totalmente empapada”.
La fama nunca lo sedujo y siempre quiso respetar su privacidad, pero tuvo momentos en los cuales se veía obligado a atender el mundo del espectáculo.
Uno de ellos se debió a su canción The Future, pues el cineasta Oliver Stone la convirtió en la banda sonora de Asesinos por naturaleza y su nombre se volvió a oír en distintos círculos.
Cohen fue un gran ejemplo de trabajo y a los 80 años publicó dos discos: Popular Problems y Live in Dublin; este último fue grabado en vivo en un teatro de la ciudad irlandesa, en el formato que era el favorito del músico: íntimo. En español, sus canciones tuvieron versiones de Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat.
Así reaccionaron en redes sociales
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO