El gigante blanco estadounidense decidió y se quedó con la victoria en las votaciones acabando así con la amenaza hispana. Donald Trump, republicano, ganó la presidencia de Estados Unidos y echó por tierra el argumento al que muchos analistas se aferraron, que los latinos decidirían la continuidad de la política de Barack Obama.
Ganó el neoyorquino nacido el 14 de junio de 1946, el cuarto de los cinco hijos de Fred Trump, inmigrante alemán, y de la escocesa Mary MacLeod, ama de casa. Ganó el hombre que dijo que construiría un muro de 1.000 millas a lo largo de la frontera con México, que prometió imponer un impuesto del 35 por ciento a las importaciones de automóviles fabricados en México y que amenaza con deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados.
Eduardo Gamarra, profesor de la Florida International University, explicó que los resultados electorales no solo ponen a tambalear los logros de Obama en el concierto nacional e internacional, sino que confirman la tremenda división de un pueblo de más 318 millones de habitantes.
No habrá línea media
Para algunos analistas de centro, la candidata Hillary Clinton prometía buscar una línea media en la tremenda polarización en que se encuentra el país, ocasionada en gran medida por el discurso de Trump. Al no lograrlo, el país se irá a los extremos, lo cual amenaza con desestabilizar los logros obtenidos en materia económica, de salud y de relaciones internacionales por parte del gobierno Obama. “Trump es un candidato que ha demostrado no tener puntos medios y eso no es muy bueno en estos tiempos”, explica Gamarra.
Vicente Torrijos, politólogo colombiano, considera que más que perder, “Estados Unidos incurre en riesgos, ya que la personalidad del dirigente cobra mucha importancia. Este es un sujeto poco previsible y con tendencias muy individualistas y explosivas. Podría llegar a tomar decisiones perturbadoras para el sistema. No hablemos de un personaje autoritario, pero hay que tener en cuenta que EE. UU tiene un sistema presidencialista, donde la voluntad del Jefe de Estado es determinante en materia de seguridad en relaciones internacionales”. (De empresario a Presidente de Estados Unidos: la vida de Trump, en imágenes)
Tanto Gamarra como Torrijos manifiestan que se endurecerá la mano con el Medio Oriente, lo cual hace preveer que se extenderá el conflicto en ese punto del mundo, mucho más por cuenta de un presidente como Trump.
¿Qué sucederá en el Congreso?
Para Gamarra es claro que con la llegada de Trump al Congreso se reunificarán las fuerzas alrededor del Partido Republicano: “No hay duda, él tendrá poder absoluto del Congreso. Aquellos republicanos que no lo apoyaron serían marginados hasta que todos comiencen a empujar hacia Trump”.
Por su parte Nestor Maldonado, colombiano, especialista en fronteras y relaciones internacionales, considera que Trump no será omnipotente: “De alguna forma el Legislativo le pondrá freno, no lo dejará sobrepasarse porque ante todo esa poderosa nación siempre responde a un equilibro de poderes. Yo creo que la independencia se mantendrá y no será un dictador. Le van a hacer un llamado a la mesura y no podrá pasar por encima de ello”.
¿Preso de sus promesas?
Andrés Oppenheimer, en su columna publicada en 'El Nuevo Herald' en marzo pasado, anunció que de llegar Trump a la presidencia, terminaría preso de sus promesas: “La mayoría de los economistas coinciden en que haría subir el precio de varios productos para el estadounidense promedio –desde los automóviles hasta la lechuga que compran en el supermercado– y acabaría con más puestos de trabajo estadounidenses de los que ayudaría a crear”.
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Y a eso es a lo que le temen académicos y analistas hoy. El profesor Gamarra, de la Florida International University, justamente asegura que Trump cumplirá con esa revisión de los acuerdos de libre comercio, que tanto han balanceado las economías de varios países latinoamericanos, entre estos Colombia.
Eduardo Gamarra va más allá y se atreve a enumerar lo que podría ocurrir con la presidencia de Donald Trump: “El tema con México sería tenaz y el presidente Enrique Peña Nieto va a lamentar haberlo invitado a su país. Lo que se vislumbraba con el levantamiento de la sanción a Cuba seguro se congelará y Venezuela será un escenario más agresivo. Y eso alegra a mucha gente en la derecha latina, sobre todo acá en la Florida”, dice el experto”.
Otro tema crucial como la política antidrogas y los apoyos a los países con este problema, como Colombia, se estancará porque no es algo que esté en el radar de Trump, según lo dejó ver en sus discursos. “El tema drogas no lo ha pensado mucho. De hecho, no está pensando en eso ni ha tenido individuos pensando en ello como sí lo hizo señora Clinton”, expresó Gamarra. (Las frases más polémicas de Donald Trump, el nuevo presidente de Estados Unidos)
Torrijos, por el contrario, manifiesta: “Trump encarnó el sueño americano de prosperidad y triunfo en los negocios y ese es un factor propio de los valores del capitalismo estadounidense. Ganó un discurso que busca retomar la influencia económica, política y militar en el mundo y apretar a la burocracia con rendición de cuentas y políticas de eficiencia. Trump significa volcar los valores de los empresarios al ámbito político”.
Consultados los tres analistas sobre lo que sucederá con el apoyo de Estados Unidos al Plan de Paz de Colombia, los tres coincidieron en que el tema no está muy claro, porque Donald Trump nunca lo puso en agenda, mientras que Clinton sí lo hizo de manera decidida.
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