El Autagraph, una proyección del mapamundi que supuestamente es la que más se acerca a las proporciones de los territorios del planeta, le significó al japonés Hajime Narukawa uno de los galardones en los Premios Good Design, que se realizan en ese país.
Sin embargo, tampoco muestra el mundo tal y como es: siempre habrá inexactitudes en la forma como se representa.
Algo similar plantean los artistas Juan Cortés y Natalia Téllez, en ‘El mapa no es territorio’. La exposición presenta piezas que se sugieren como fotos satelitales tomadas de internet.
Las hay en diferentes tamaños: desde los 14 cm hasta los ocho metros de largo. En un mirada rápida, parecen no decir mucho, pero basta con leer los títulos de las obras para ver lo que contienen: Islas a punto de desaparecer en perspectiva satelital o Islas que aparecieron hace poco o se han modificado por erupciones volcánicas.
“Es una reflexión sobre ciertos problemas de la cartografía contemporánea, así como ciertas anécdotas o estudios de casos de unos mapas y unas paradojas alrededor de la cartografía”, explica Cortés.
Una de esas paradojas o absurdos, según cuenta Téllez es que es imposible “cartografiar el territorio, dado que este siempre va a estar cambiando”. Así, tal y como lo mostró recientemente el documental Before the flood, conducido por Leonardo di Caprio y que se refirió a las islas que están próximas a desaparecer, las obras de ‘El mapa no es territorio’ plantean la necesidad de no dar por sentado lo que vemos y de pensar sobre los cambios constantes que sufre el planeta a causa de la acción del ser humano.
Sin embargo, añade Téllez, no todo es culpa del humano. Por ejemplo, erupciones volcánicas que han ampliado islas como Nishinoshima (Japón) o Surtsey (Islandia). Otra paradoja es que si bien hoy es posible ‘conocer’ el mundo a través de una pantalla y de internet, no nos podemos fiar de que lo que vemos realmente existe. El caso puntual es la isla Sandy, que aparece en Google Maps pero que en realidad no existe.
El arte en grupo
En su trabajo, Cortés emplea herramientas tecnológicas y manuales –como en el enorme collage con el que recreó una vista satelital de la Tierra a partir de cientos de fotos de hongos y líquenes– y es un partidario de trabajar en equipo.
Más si se hace entre personas que vienen de distintas disciplinas. Como Téllez, que además de artista es arquitecta. El resultado son estas piezas y el Teatrino científico, que reproduce un holograma con la formación de un tipo de nube llamado Supercell.
Para él, no hay límites en el conocimiento y por ello considera cuestionables aquellos que se dan entre las disciplinas y por cuenta de la academia. “Para mí, esos limites están inventados y no creo que deberían ser así. Hay conocimientos que pueden transgredir y pasar de disciplina en disciplina, y eso es lo que hace interesante esos procesos”, concluye Cortés.
¿Dónde y cuándo?
‘El mapa no es territorio’ se podrá ver hasta este 11 de noviembre, en la Galería Otros 360°. Cra. 14 n.° 85-24. Bogotá. Teléfono: 256-4635.
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